Estos últimos días hemos comenzado a ver en casa la serie Roma. La historia se desarrolla en la época de la Guerra Civil entre Julio Cesar y Pompeyo y el posterior paso de la República al Imperio Romano. La base de la trama, y lo que la hace muy atractiva, es la conjunción de las vivencias de determinados personajes de ficción con personajes históricos reales.
Pues bien, durante uno de los capítulos se escenifica uno de los momentos históricos más famosos e importantes de aquella época: Cesar cruzando el Rubicón. Este río, de apenas 29 km de longitud, era considerado como la frontera entre Italia y la Galia, provincia en la cual se encontraba Julio Cesar haciendo la guerra y de la que era gobernador, pero Pompeyo y el senado habían promovido la destitución de Cesar de su cargo. Este, viéndose acorralado, decidió regresar a Roma con su ejército sabiendo que aquello, según la ley romana, era ilegal y que desembocaría en la guerra.
A pesar de que todo esto se respeta en la serie, si que eché en falta un detalle inolvidable y que ha llegado hasta nuestros días, y es el momento en que, justo después de haber cruzado el Rubicón, Julio Cesar pronuncia su famosa frase: "Alea iacta est", o lo que es lo mismo: "la suerte está echada". Algunos investigadores afirman que esta frase nos ha llegado deformada y que lo que realmente dijo el general romano fue: "Anerriphtho kybos", algo así como "que rueden los dados". En cualquier caso, lo que si es cierto es que Cesar sabía que cruzando aquel río se llegaba a un punto de no retorno y que la guerra era ya inevitable. Pero lo que seguro que no sabía es que su frase llegaría a recordarse y a seguirse utilizando más de dos mil años después.
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