Breve Historia de Alejandro Magno

Además de su ya conocida y extraordinaria capacidad táctica y estratégica, y de su espectacular valentía y capacidad de liderazgo, Alejandro Magno también destacó por su facilidad para mostrarse bien enormemente magnánimo o bien tremendamente cruel según las situaciones y personajes que se le presentaran.

Un ejemplo de lo primero -entre otros muchos- podría ser sin duda la cálida acogida y la respetuosa hospitalidad que brindó durante largos años a la familia de su máximo rival, Darío III, después de vencerle en la batalla de Issos y de que Darío saliera huyendo por miedo al macedonio, dejando atrás a madre, esposa e hijos.

Batalla de Issos

De su crueldad en determinados casos, hay también varios ejemplos para exponer, pero quizá uno de los más destacados sea la ejecución de Bessos. Con Egipto ya en su poder, y definitivamente derrotado Darío en la famosa batalla de Gaugamela, Alejandro se lanzó hacia el Este, en busca del persa y a la conquista definitiva de Asia. Durante su implacable avance por aquellas tierras, el macedonio halló finalmente al huido Darío en el desierto al sur del mar Caspio. El ejército lo encontró ya moribundo, habiendo sido apuñalado y torturado por los hombres de Bessus, un sátrapa de la provincia de Bactria que ahora se hacía llamar el Gran Rey de Persia.

Alejandro, a pesar de sus desavenencias con Darío, se sintió conmocionado por la desalmada muerte de su archienemigo y tomó la traición de Bessos - además de su osadía por proclamarse Gran Rey- como una afrenta personal. No dejó entonces de perseguirlo hasta que le dio caza y, como no podía ser de otra forma, ordenó su ejecución. Esta se realizó de forma brutal. Después de azotarlo y torturarlo, y de cortarle nariz y orejas, ataron sus 4 extremidades a las ramas flexibles y dobladas de un árbol, de forma que cuando las soltaron el cuerpo de Bessos se partió por la mitad.

Ejecución de Bessos por el ejército de Alejandro

Estos episodios, así como la influencia de sus padres y de sus mentores, sus inicios como general en Grecia, la conquista de Egipto, sus batallas más importantes, su muerte, y en general todas las andanzas de Alejandro Magno, podéis encontrarlas muy bien resumidas y de forma muy entretenida en el libro “Breve Historia de Alejandro Magno” de Charles E. Mercer, con un muy buen prólogo de Juan Antonio Cebrián. Un libro muy agradecido por su fácil lectura y su capacidad didáctica.

La expansión del universo

Buscando información para la entrada anterior, encontré un gráfico muy interesante y muy útil para comprender  el proceso de expansión del universo desde el momento del Big Bang. El tamaño del universo estaría representado por el eje Y el tiempo transcurrido por el eje X.

Como se puede observar, el periodo de Inflación, del que hablábamos en el anterior post, se produjo en los primeros momentos del universo y prácticamente ya alcanzó entonces el tamaño que tiene ahora.

Entre otras curiosidades, se puede ver cómo las primeras estrellas se formaron a los 400.000 años de vida.


Los ecos del Big Bang

La teoría del Big Bang, conocida por todos, es la solución científica más ampliamente aceptada para determinar el origen del universo. Una de las pruebas más importantes para su desarrollo y aceptación fue el descubrimiento de la radiación cósmica de fondo. Esto es, una radiación de microondas que nos llega desde todos los puntos, que afecta a todos los confines del universo, y que proviene de aquel supuesto momento inicial. Pero, independientemente de que una cosa pruebe la otra, una pregunta que personalmente siempre me ha inquietado es ¿cómo puede ser que todavía estemos recibiendo los ecos de dicho Big Bang? ¿cómo es posible que todavía estemos recibiendo radiación del Big Bang si se calcula que este ocurrió hace unos catorce mil millones de años? Y ahora lo pongo en número que impacta más: 14.000.000.000 años!!

Pues bien, según la teoría del Big Bang -combinada con las más recientes teorías de inflación cósmica- en el momento inicial del universo, toda la materia que existe actualmente (incluida la antimateria) se encontraba concentrada en un pequeño punto, que tenía por tanto una densidad y temperatura enorme. En ese momento, aun se desconoce porqué, tuvo lugar una enorme explosión, y el universo comenzó entonces un movimiento de expansión. Durante un tiempo ese movimiento de expansión se realizó a una velocidad superior a la de la luz y por tanto de forma más rápida que la radiación emitida por la explosión inicial del Big Bang. De esta forma, la radiación cósmica de fondo -que viaja a la velocidad de la luz- no pudo alcanzar a todos los lugares del universo (incluidos nosotros) hasta mucho tiempo después, y es por ello que ahora todavía la detectamos.


Pero claro ¿por qué, una vez que nos alcanza, dicha radiación no nos supera y pasa de largo? ¿cómo es posible que la sigamos detectando? Y además ¿por qué nos llega entonces desde todos los puntos y no solo desde donde supuestamente se inició el Big Bang? Pues la respuesta, explicada de forma sencilla (quizá demasiado), es que se puede decir que el Big Bang no fue una sola explosión sino varias. Cada uno de los puntos de materia que existen actualmente (por si es más fácil de entender, y aunque aún no existieran como tal, podéis considerar nuestra Tierra, Marte, o la Vía Láctea o la escala que queráis) estaba representado en aquel pequeño espacio inicial también por un punto. Pues bien, en realidad se puede considerar que lo que se produjo fue una explosión en cada uno de esos puntos de materia, y no una única explosión. De esta forma, todos esos puntos de materia de entonces emitieron una radiación, que es la que nos está llegando todavía ahora de forma constante desde todas la direcciones.

Además, como decíamos, con el movimiento de expansión cada uno de estos puntos se alejaron unos de otros a una velocidad superior a la de la luz, con lo que se distanciaron aún más de nosotros y por tanto haciendo comprensible que la radiación cósmica no nos pase de largo sino que todavía nos continué llegando procedente de los puntos más lejanos, y luego de los aún más lejanos, y luego más y más, etc...

PD: Podéis escuchar una explicación de este fenómeno, mucho más detallada y profesional, en el siguiente podcast de la fantástica página Cienciaes.com - Ciencia para escuchar:

Operación Fuego Mágico

A lo largo de este verano -concretamente el pasado 17 de Julio- se ha cumplido el 75 aniversario del estallido de la Guerra Civil española. Por estas fechas estivales, al inicio del conflicto, una parte importante del ejército sublevado, con Franco a la cabeza, se encontraba destinado en Marruecos y por tanto con la necesidad de cruzar a la península para apoyar a Queipo de Llano y comenzar el avance desde el sur hacia Madrid.

Sin embargo, el ejército republicano dominaba con eficacia las aguas del estrecho de Gibraltar, haciendo imposible la llegada a la península de las tropas nacionales. Entre otras, los historiadores opinan que fue ésta necesidad de cruzar el estrecho la que hizo que Franco tomara la decisión de pedir ayuda a sus afines mandatarios de Italia y Alemania: Benito Mussolini y Adolf Hitler. Finalmente la mayor ayuda llegaría de parte de los germanos, para lo cual Franco hubo de enviar varios representantes a entrevistarse primero con Goebbels, y luego ya directamente con Hitler, quien pese a las reticencias iniciales del primero, acabó aceptando.

Ese mismo día, horas antes de reunirse con los enviados de Franco, y de tomar la decisión de ayudar al general español, Hitler había acudido al teatro a presenciar la ópera de Wagner "La Valquiria" ("Die Walküre"). Su acto final, "Música del Fuego Mágico" debió de dejar tan fascinado al dictador alemán que este decidió bautizar con su nombre a esa operación de apoyo logístico a los sublevados españoles. Desde entonces esta intervención alemana en la Guerra Civil quedaría para la Historia como la "Operación Fuego Mágico".

Aviones de la Legión Cóndor sobrevolando Burgos