Band of Horses

Creo que con este post me estreno en la categoría de música; y es raro porque al fín y al cabo es también una de mis aficiones. Algo más oculta últimamente, pero que sin duda se iba mereciendo ya una entrada después de más de dos años de blog. Toca ahora porque estoy bastante enganchado a los estadounidenses Band of Horses, y porque así hago un homenaje a un fiel seguidor del blog. Así que aquí os dejo un par de videos de la banda de Seattle. Los vídeos en sí no es que sean una maravilla, pero es la forma más fácil que tengo de colgar las canciones, así que si queréis podéis seguir navegando por ahí mientras los escucháis de fondo. Espero que os guste:

Band of Horses - Is there a ghost




Band of Horses - The Funeral:

100 Balas

Tenía pendiente escribir esta entrada ya desde hace unos días. Me estaba dando un poco de pereza. Y creo que es porque al final, o más bien "el final", no acabó de gustarme del todo. Me di verdadera cuenta el viernes, en plena comida con un grupo de amigos. A veces las comidas sirven para algo más que para comer y beber. A veces determinadas preguntas en determinados momentos, o hechas por determinada gente, te hacen ver las cosas desde otro lado o pensarlas con otro enfoque. Mi ejemplo es una chorrada, pero es un ejemplo. Y por tanto también pasa con las cosas importantes.


Bueno, el caso es que "100 Balas" me ha acabado decepcionando un poco. Quizá haya sido porque al principio me enganché mucho y al final la sensación que me queda es que ha ido de más a menos. O quizá que la trama se me ha hecho un poco complicada. No sé. No importa. Y de toda formas quiero ser positivo, así que como ya he dicho las cosas malas, ahora voy a decir las buenas.

Lo primero y más importante es que la idea es tremendamente original, y para el que no se acuerde la repito: un misterioso desconocido se va presentando ante diferentes personajes, ofreciéndoles un maletín con un arma, 100 balas irrastreables y pruebas inequívocas de que alguien les arruinó la vida en el pasado. A partir de ahí estos personajes deberán decidir si se vengan o no de quien entonces les traicionó. A pesar de que al principio las historias parecen totalmente inconexas, a medida que avanzas en los números todas se van entrelazando y dando forma a una trama principal con cierto toque "tarantinesco". Humor negro, sexo, misterio y mucha crueldad en algunas viñetas completan los ingredientes.

Ahora que lo pienso... creo que al final sí me ha gustado. No sé. Será que escribir también me hace ver o pensar las cosas desde otro punto de vista. En cualquier caso os recomiendo que lo leáis. Merece la pena. Y ya me contaréis si os ha parecido bueno, o regular, u original, o decepcionante... o todo a la vez...

La Commonwealth y otros territorios británicos

Para completar la entrada anterior sobre el Reino Unido y para contestar a la pregunta que “Flower of Scotland” lanzó en los comentarios, dejo una pequeña reseña sobre cómo podría entenderse la Commonwealth y la relación de los británicos con otros territorios vinculados a ellos. No voy a profundizar mucho porque el tema es de por sí bastante ambiguo y se puede hacer muy plomizo.

La Commonwealth -o Mancomunidad de Naciones- británica se trata de una asociación de países que históricamente han estado relacionados de una forma u otra con el Reino Unido, siendo este un miembro más de la misma. A pesar de que estos países son completamente independientes de los británicos, algunos de ellos están constituidos como Monarquías parlamentarias (por ejemplo Australia, Nueva Zelanda o Canadá) y es la Reina Isabel II la que ejerce de monarca y mantiene la condición de jefe de estado (aunque solo de forma representativa y no participa en decisiones). Por el contrario, el resto de países que conforman la Commonwealth y que no son monarquías parlamentarias (por ejemplo la India, Kenia o Malasia), no tienen en cuenta para nada la figura de la Reina. El total de la Commonwealth son 54 estados de los cuales 16 son monarquías parlamentarias.

Mapa de los Estados de la Commonwealth

Los casos de Gibraltar o las Islas Bermudas por ejemplo, son diferentes a los citados antes. Estos no pertenecen a la Commonwealth sino que se consideran Territorios Británicos de Ultramar pertenecientes al Reino Unido. Se podría decir que son propiedad de los británicos pero no conforman lo que oficialmente se conoce como Reino Unido. Tienen su propio gobierno y la figura de un Gobernador que representa a la Reina, y dependiendo del caso gozan de un amplio grado de independencia.

Por último estarían la Isla de Man y las Islas del Canal de la Mancha (el Bailiazgo de Jersey y el Bailiazgo de Guernsey), cuyo status es el de Dependencia de la Corona Británica. Tampoco forman parte del Reino Unido pero este se encarga de todos los asuntos concernientes a política exterior (defensa y representación), dejando la mayor parte de la política interior al parlamento autónomo de cada territorio. No disponen de tanta autonomía como los anteriormente citados Territorios de Ultramar ya que el Reino Unido puede legislar sobre determinados asuntos incluso en contra de la voluntad de los territorios.




PD: Se trata de una explicación ligera y superficial de las diferentes relaciones que unen a algunos países con el R.U. Dentro de ellas existen matices y muchos datos históricos por lo que a quien le guste puede disfrutar profundizando en ello.

PD futbolera: Matthew Le Tissier, el extraordinario exfutbolista del Souththampton, es originario del Bailiazgo de Guernsey.

La formación del "Reino Unido"

La conformación de los distintos países a lo largo de la Historia puede albergar casi todas las variantes diferentes que nos podamos imaginar: invasiones, independencias, desmembramientos, acuerdos pacíficos (o no tan pacíficos) de unión, nuevas fundaciones, etc. Sin embargo, pocos procesos serán tan curiosos como el del actual Reino Unido, que todavía hoy suscita dudas en la cultura popular en cuanto a su condición de estado/nación/país, o las regiones que lo integran.

A pesar de que el dominio inglés sobre Gales venía de tiempo atrás, puede considerarse que no fue hasta 1536 -año en que Enrique VIII impuso finalmente las leyes inglesas mediante el Acta de Unión- cuando Inglaterra y Gales se unieron definitivamente y se dio el primer paso a la conformación del actual estado que, de vez en cuando y por comodidad, algunos todavía hoy continuamos denominando simplemente "Inglaterra".

En 1603, a la muerte sin descendencia de Isabel I de Inglaterra -última de la dinastía Tudor- es Jacobo VI de Escocia -hijo de María Estuardo- el que hereda el trono inglés produciéndose así la conocida como Unión de las Coronas por recaer en Jacobo los tronos tanto de Inglaterra como de Escocia. A pesar de ello, esta unión solo estaba representada por el rey, y ambos reinos continuaron oficialmente separados más de un siglo hasta que en 1707 -durante el reinado de Ana I, última de la dinastía Estuardo- la unión se hizo oficial mediante un nuevo Acta de Unión y ambos países pasaron a formar el "Reino de Gran Bretaña".

Casi tuvieron que transcurrir otros cien años para que el siguiente miembro pasara a formar parte de la unión, y es que fue en 1800 cuando Irlanda -ratificando también un Acta de Unión- paso a formar junto con Inglaterra y Escocia el entonces conocido como "Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda". A partir de entonces el nuevo estado vivió un largo periodo de progreso, con un mayor desarrollo del sistema parlamentario y el liderazgo de la Revolución Industrial.

El siguiente hito para la conformación final del reino nos lleva a 1919 y al estallido de la Guerra de Independencia de Irlanda. Esta finalizaría después de dos años con la partición de la isla: creándose en el sur el Estado Libre Irlandés -posteriormente convertido en República- y manteniéndose Irlanda del Norte (aprox. 1/6 de la isla) como parte del Reino Unido, que esperaría hasta 1927 para cambiar definitivamente su nombre y pasar a denominarse ya como se le conoce hoy en día de forma oficial: "Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte".

Como curiosidad, la sistemática evolución de la conformación del Reino Unido puede verse reflejada en la propia evolución de su famosa bandera, conocida como "Union Flag" o "Union Jack".