Por un lado, os dejo la referencia de uno de los modelos de e-book que está pensado que salga en España en los próximos meses. Se trata del BeBook2 y entre sus principales ventajas destacan su pantalla táctil y su conectividad WiFi y 3G. Lo malo de estos gadgets es que su precio aún parece un poco elevado: los buenos oscilan entre los 250 y los 350 €, y que la gente aún no se ha acostumbrado a ellos. De momento démosles algo más de tiempo y veremos hasta dónde llegamos.
El otro ejemplo de avance del futuro y de cómo accederemos (posiblemente) dentro de unos años a los libros y la información cultural es la Biblioteca Digital Mundial, cuyo lanzamiento se realizó el pasado 21 de Abril. Ha sido promovida fundamentalmente por la UNESCO y por la Biblioteca del Congreso de EEUU, aunque también han participado la Biblioteca de Alejandría y las Bibliotecas Nacionales de Brasil, Egipto y Rusia. Por el momento ofrece algo más de 1.000 archivos, siendo todos ellos manuscritos, mapas, grabados y todo tipo de documentos histórico-culturales, entre los que destacan por ejemplo la Declaración de Independencia de EEUU. En cuanto a la accesibilidad, me ha llamado la atención la facilidad de manejo de la web que permite filtrar los documentos por fecha, continente, tema, etc. de forma muy intuitiva. Ya veremos como avanza en todos los sentidos.
Seguramente el futuro a medio-largo plazo del libro vaya por estos derroteros, pero teniendo en cuenta la velocidad en los avances informáticos y electrónicos, es muy difícil asegurar dónde acabará todo.
En relación a mi comentario anterior, sólo quería decir que en el sector del ocio, la implantación del ebook va a ser más lenta y que no se va a imponer tan rápidamente, creo yo, como en otros sectores.
ResponderEliminarCon respecto a la Biblioteca mundial digital, existen, a día de hoy, y que yo conozca, otros muchos marcos digitales que llevan funcionando desde hace años con mucho éxito. Un ejemplo de ellos son los Archivos. En la página web: pares.mcu.es (dependiente del Ministero de Cultura) se puede acceder a cientos de miles de documentos de la red de Archivos estatales. Lo mismo ocurre con la Biblioteca digital, un verdadero océano de libros digitales a la disposición de todo aquel que quiera consultarlos. Y más, muchos más ejemplos. No olvidemos, tampoco, el proyecto de Google de digitalizar libros. La digitalización de documentos avanza que es un primor, sin duda, al mismo ritmo que la tecnología.
Álvaro