Oliver Cromwell y la revolución puritana

Habitualmente, entre que acabo con una novela y empiezo con la siguiente, me gusta leer alguna revista o libro de Historia o al menos algún pasaje o capítulo de ellos. En primer lugar para cambiar un poco de temática, y en segundo para recordar alguna cosilla que inevitablemente se va olvidando, para conocer algún hecho histórico nuevo, para profundizar en algún tema de la propia novela que acabo de terminar o, como en este caso, para conocer mejor a algún personaje de la Historia. Esta vez el elegido ha sido Oliver Cromwell.

Cromwell nació en 1599 en Huntingdon (Inglaterra). Ya desde pequeño fue educado en la cultura y ambiente protestante puritano y pronto empezó a relacionarse con el mundo de la política. En 1628, a los 29 años, fue elegido por primera vez para el Parlamento de Inglaterra. Pero aquel Parlamento duraría poco. Apenas un año más tarde, el rey, Carlos I de Inglaterra, lo disolvió, acaparando así todo el poder en su figura durante nada menos que 11 años. Pero en 1640, en plena rebelión de escocesa, se vio en la necesidad de volver a instaurarlo para que le ayudasen a conseguir fondos con el objetivo de aplacar las revueltas.

Por aquel entonces Oliver Cromwell estaba planeando su partida a Norteamérica. Por un lado había sufrido una crisis de identidad religiosa y por otro no se encontraba a gusto con la política y la sociedad inglesas. Pero sus partidarios le convencieron para que se quedase y liderase al nuevo Parlamento. De esta forma, volvió a la política y se caracterizó por la defensa de muchos derechos que ahora consideramos elementales: reuniones periódicas del Parlamento, limitación del poder de la monarquía, respeto por la propiedad privada, derecho de opinión y libertad religiosa.

Pero poco tiempo después, Carlos I, al ver limitado su poder, volvió a disolver el Parlamento. En esta ocasión los opositores a la monarquía no se conformaron y se echaron a las armas. Cromwell, líder de los puritanos, estuvo al frente del ejército opositor y consiguió derrotar y apresar al monarca. Algunas de las batallas más decisivas fueron las de Marston Moor y Naseby. Carlos I fue condenado por deslealtad y traición y ejecutado el 30 de Enero de 1649. Unos meses más tarde Cromwell suprimió la monarquía e instauró la República, conocida como Commonwealth. Esta duró 4 años, y en 1653, con la excusa de que no podía llevar a cabo sus políticas ni conseguir algunos de los derechos que buscaba para la población, Oliver Cromwell tomó el título de Lord Protector de Inglaterra. Esto prácticamente le hizo caer en uno de los errores que tanto había combatido en el pasado, ya que acaparó casi más poder del que tuvo el derrocado Carlos I.

A la muerte de Cromwell, Inglaterra se sumergió en una época de caos y finalmente se instauró de nuevo el régimen monárquico con Carlos II al frente, quien para vengar la muerte de su padre, ordenó exhumar el cuerpo de Cromwell , cortarle la cabeza y exponerla en la Torre de Londres.

La figura de Oliver Cromwell despierta opiniones muy enfrentadas entre diferentes historiadores, sobre todo debido a la última etapa de su vida como Lord Protector, pero de lo que no se puede dudar es de que gracias a él se pusieron las bases para muchos de los derechos y libertades individuales de las que gozamos actualmente. Por todo ello, hoy en día una estatua se levanta en su honor frente al Parlamento de Londres (Palacio de Westminster).

P.D.: Un par de curiosidades:

1. Se sabe que el peso del cerebro de Oliver Cromwell fue especialmente elevado: 2.300 g frente a una media mundial aproximada de 1.450 g.

2. Oliver Cromwell fue elegido por los británicos en el 10º puesto de los Británicos Más Famosos de la Historia en una encuesta realizada en 2002 por la BBC.

Lobezno: manteniendo la fe...

Ya comenté en una entrada anterior que la película de "Lobezno: Orígenes" no me había gustado demasiado. La historia me pareció un poco facilona y la personalidad que se muestra de Lobezno no me encajó del todo con lo que realmente es el mutante de Marvel. Le hace parecer poco fiero y poco animal. Esto, unido a que casi seguido leí el cómic de 100% Marvel "Lobezno Evolución", y que este tampoco me acabó de colmar (historia demasiado enrevesada y con excesivas peleas gratuitas), hicieron que esa temporada mi gusto por Logan cayese un poco en picado.

Pero había alguien que no podía dejar que eso fuera así y que no quiso dejarme con ese sabor de boca. Todavía recuerdo sus sabias palabras: "Ten en cuenta que en 2 horas de película es casi imposible plasmar la esencia de un personaje con tanta personalidad y carisma como Lobezno". Bueno, seguramente no fueron exactamente así, pero seguro que algo muy parecido. El caso es que unos días después me prestó su "biblia" de Lobezno: las primeras historias de Marvel exclusivas de Lobezno y la miniserie "Lobezno: Origen". En cuanto me puse con ellas, me las tragué todas de golpe.

Las primeras sitúan a Lobezno en la ciudad de Madripur bajo el nombre Parche. El mundo cree aún que la Patrulla X ha muerto, incluido Logan, y este trata de combatir el crimen de la ciudad sin ser reconocido. Tenía hasta el número 4 de un total de 17, y todas las historias me han parecido muy completas y muy redondas. El guionista es Chris Claremont y consigue un muy buen equilibrio entre la acción y la intriga. Y algo que se agradece mucho: nada de cosas enrevesadas ni cogidas por los pelos. En cuanto al dibujo, obra de John Buscema en la mayoría de los números, se ve que no tiene un corte moderno, pero esto lo hace aún más interesante ya que se adapta perfectamente a la ambientación de la decadente ciudad del crimen de Madripur.

En cuanto a "Lobezno: Origen", decir que la serie es mucho más moderna que la comentada anteriormente, lo cual se nota en el propio dibujo (Andy Kubert), del que me ha llamado la atención (en el buen sentido) la gran utilización de los colores amarillentos y dorados. Tanto el dibujo como el guión están realizados con mucho realismo. Y lo que más me ha impactado es la dureza de algunas viñetas y algunos pasajes. Creedme si os digo que en algún momento se me ha llegado a encoger el corazón. La historia que se cuenta (guión de Paul Jenkins, Joe Quesada y Bill Jemas) está muy relacionada con la última película, pero permite adentrarse muchísimo más en la historia de Lobezno, en sus secretos, en sus miedos y en sus sentimientos.

Como conclusión solamente decir que se trata de dos grandes series de comics, altamente recomendables para todos los aficionados a Lobezno, para los que lo quieran descubrir o para aquellos que, como yo, estaban perdiendo la fe en él.

Gracias Ruben por el préstamo de los comics y sobre todo por no dejarme caer del lado del crimen de Madripur.

SNIKT!!

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina

El otro día comenté que salía a la venta la esperadísima tercera entrega de Millenium: “La reina en el palacio de las corrientes de aire” del ya archiconocido Stieg Larrson. Lo que no dije entonces es que sólo dos días antes yo había terminado con el segundo libro: “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina”. No lo dije entonces y he esperado para ello una semana entera. ¿Por qué? ¿Para qué esperar? Pues la verdad es que quería pensar en el libro y en la historia unos cuantos días. Quería darme un margen para valorarlo, es decir, opinar y escribir sobre él con la cabeza un poco más fría y con la lectura no tan reciente.

Ya sea con el cine, con los libros o con los comics, creo que a veces nos dejamos llevar tanto por las corrientes de opinión, por los booms mediáticos que despiertan, que casi llegan a anular nuestro verdadero sentimiento hacia dicha novela, o película.

A mi al menos me ha pasado ya muchas veces que salgo del cine pensando que la película me ha gustado, o acabo un libro creyendo que ha sido bueno, y no es sino después de algunos días cuando realmente me doy cuenta de que no ha sido así. En muchas ocasiones me sucede cuando tengo que contarle a alguien la historia, o bien cuando llega el momento de recomendarla. Es en esos instantes cuando realmente se me enciende la bombilla y soy consciente de que la película o la novela no me ha gustado todo lo que pensaba, no me ha llenado del todo; me doy cuenta de que los personajes no me han marcado y ya casi ni los recuerdo. Por eso al acabar con Millenium 2 tenía un poco de miedo. Es tal el éxito que está teniendo la saga que temía que esto me condicionase en mi valoración, así que la he dejado reposar en mi cabeza durante unos días.

Y bien....¿cuál es la conclusión ahora? Pues la verdad es que en esta ocasión el sentimiento no se ha ido apagando si no que más bien ha ido en aumento. El día después de acabarla no podía más que pensar una y otra vez en cómo había sido el final del libro. Al de dos días ya estaba ansioso por poder empezar la continuación y descubrir cómo seguían evolucionando los personajes. Y el resto de la semana dándole vueltas a unos y otros detalles de la historia. Vamos, que, como veis, puedo decir que me ha gustado mucho y me ha marcado bastante.

La novela sigue la misma senda que su predecesora, con una ambientación y una temática muy similar y lo que aún se agradece más, con mucha frescura y nada de pesadez en la narración. Un entretenimiento absoluto, que en muchos momentos te acaba pillando en la cama pensando: "que me tengo que ir a dormir hombre... bueno, un capítulo más y paro...". Y creedme si os digo que no logras parar hasta que caes rendido.

En fin, que os sigo recomendando (ahora más que antes, con más razones y más meditadas) la saga de Stieg Larsson. A mi ahora sólo me queda esperar a que mis padres se lean la última entrega para poder ponerme con ella. Hombre, digo yo que ya que la han comprado ellos, y que me la van a dejar, qué menos que dejarles que la lean antes que yo ¿no?

El día de Millenium 3

El martes por la tarde acudí a mi primera reunión de vecinos desde que me he independizado. Nada más llegar, me dijo el Administrador: "Es la primera vez que vienes ¿no?", para sentenciar después con un: "Pues prepárate". Me quedé un poco sorprendido y pensé para mi: "Qué cojones, no será para tanto". Bueno, pues no le faltaba razón al tío. Vaya desbarajuste, qué gallinero, qué gritos, qué bramidos diría yo... ¡qué locura! No vuelvo a bajar a menos que no me incumba directamente.

Menos mal que tuve la suerte de encontrarme con Maria Inés, mi vecina de arriba y muy amiga de mi abuela Tere y mientras la gente se echaba los trastos a la cabeza me puse a hablar con ella de los últimos libros que habíamos leído. Sabía que teníamos gustos parecidos ya que anteriormente me había comentado que estaba estudiando Historia y que lo que más le apasionaba era la novela histórica. Ayer descubrí además que está enganchadísima a "Millenium" de Stieg Larsson y tiene desde hace tiempo reservada en la librería la tercera entrega de la saga. Otro punto más en común. Pues bien, hoy será un día feliz para ella, un día feliz para mi padre, un día feliz para todos los seguidores de Larsson y por tanto un día feliz para mi. Y es que hoy sale a la venta oficialmente "La Reina en el Palacio de las Corrientes de Aire". Veremos qué tal discurre la novela, pero como sea igual de entretenida e intrigante que las dos anteriores, estaremos claramente ante una trilogía de género negro-policíaco casi memorable.

Terminator y Desmond Morris

La semana pasada estuve de vacaciones. Ayer volví a trabajar. Horroroso. Tal cual lo digo. Peor de lo que creía y eso que sólo he faltado una semana y casi no me ha dado tiempo a desconectar. Pero en fin, habrá que ganarse el pan.

Una de las cosas que he hecho durante esta semana de vacaciones es ir al cine a ver Terminator Salvation. Fui con el grupo de amigos del curro, que como buenos “frikis” de la saga no podíamos dejar de verla. La verdad es que la peli no está mal, aunque por supuesto no es ninguna maravilla. Ahora me da un poco de pereza ponerme a desgranarla en profundidad, así que voy a dejar nada más que un par de apuntes. Los efectos especiales están bastantes bien hechos: Acierto. Christian Bale y Sam Worthington lo bordan en sus personajes: Gran Acierto. Lo intenta, pero no consigue los golpes de humor que tenía Terminator 2: Fallo. No aporta nada nuevo a la historia: Fallo. Y por último lo que me resultó totalmente incomprensible: en ningún momento se escucha la famosa banda sonora de Terminator. No se. ¡Es como si le quitas la banda sonora a Superman o a Star Wars! Vaya cagada ¿no? Bueno, en resumen me quedo con la frase de mi amigo Andoni: “Una basurilla entretenida”.

Por cierto, como curiosidad, según me dijo Javi algunos de los robots que salen en la película, en las cadenas de producción de Terminators, son robots de la ABB de Sestao. Como hace publicidad Javi de la empresa en la que trabaja ¿eh? Uffff… ¿veis? ya he vuelto a hablar del trabajo otra vez. Si es que es inevitable. Vaya días que llevo. ¡Ay madre! ¡Todo lo que queda todavía para las vacaciones de verano!

¿Sabéis una cosa buena que tendría ser un Terminator? ¿O al menos una máquina? ¡Pues que no hay vueltas al trabajo! Que no tienen que sufrir esa angustia. Que bien, con una preocupación menos. Aunque por otro lado… si no hay vuelta al trabajo quiere decir que tampoco hay vacaciones ¿no? Es decir, para sentir la sensación casi indescriptible del último día de trabajo antes de vacaciones tiene que existir la sensación de estrés de la vuelta ¿no? Para vivir esa felicidad casi absoluta de dejar el curro de lado durante unas semanas, tenemos que pagar con el agobio y la depresión de la vuelta y posteriormente también con la monotonía y la desgana del trabajo.

Decía Desmond Morris en su libro “La Naturaleza de la Felicidad” que la verdadera felicidad se alcanza en momentos puntuales. Momentos en que las cosas mejoran. Momentos en los que nuestra actividad (empezar las vacaciones) se sale de lo normal (rutina habitual del trabajo), y que luego ese sentimiento va decayendo progresivamente (durante esos días libres no somos del todo conscientes de que estamos de vacaciones, no las valoramos lo suficiente). Es decir, necesitamos esa monotonía laboral para poder apreciar esa felicidad de coger vacaciones.

Otra cosa que comentaba Morris es que el sentimiento de felicidad es mucho mayor en el momento anterior a la propia felicidad. Es decir, cuando vas a sacar a tu perro a pasear, este está mucho más contento cuando coges la correa y abres la puerta que cuando luego estás en el parque con él. Con las vacaciones suele pasar parecido: la última hora de trabajo antes de irte a pasar unos merecidos días libres es una hora de alegría desbordante, de grata inquietud, y luego cuando ya estamos definitivamente de vacaciones nos pasa lo que hemos comentado antes: el sentimiento decae poco a poco. Estamos contentos, si, pero la sensación no es la misma. No valoramos esos días libres todo lo que debiéramos y finalmente estos pasan rápidamente y cuando menos nos lo esperamos ya estamos de nuevo con la vuelta al tajo.

Bueno, no sigo que me enrollo demasiado. Aunque hemos empezado con Terminator, os diré que si da la casualidad de que un día estáis dudando entre ir a verla al cine y leer “La Naturaleza de la Felicidad” de Desmond Morris, que optéis por esto último. Os hará reflexionar mucho más sobre el ser humano y un aspecto suyo aún muy desconocido: la felicidad. Por cierto, al que quiera indagar aún más en el tema, le recomiendo también "El Viaje a la Felicidad" de Eduardo Punset. Un mismo tema desde otra perspectiva diferente.

PD: ¡Vacaciones otra vez por favor! ¡Vacaciones otra vez!

De Normandía a Tiananmen

Durante estos primeros días de Junio se han producido dos aniversarios de gran relevancia para la Historia. Por un lado, el día 6 se celebraron los 65 años del Desembarco de Normandía. Por otro, 48 horas antes (el día 4) se habían cumplido 20 años de las Revueltas en la Plaza de Tiananmen, en Pekín.

El primero es quizá más conocido para la inmensa mayoría de la gente. Seguramente por haberse producido en el contexto de la II Guerra Mundial y sobre todo gracias a las adaptaciones cinematográficas de sus hechos. A este respecto habría que destacar la que muchos consideran la mejor escena de cine bélico de la historia: el inicio de la película de Steven Spielberg "Salvar al Soldado Ryan". Pero el Desembarco de Normandía fue mucho más que una fuente de inspiración para el cine o la literatura. Tanto es así que es considerada como la mayor operación de invasión por mar de la historia, debido fundamentalmente a dos puntos: el elevadísimo número de tropas que movilizó y lo que supuso estratégicamente para la guerra dicho desembarco. En cuanto a los números: fueron alrededor de 250.000 soldados y 50.000 vehículos los que lograron pasar a Francia durante los primeros días de la invasión, cifra que al final de la guerra se elevó a 3 millones de hombres. ¿Y qué significó el desembarco para el desenlace de la guerra? Pues supuso el principio del fin de la ocupación alemana de Francia. El inicio de la liberación de París. Y sobre todo abrir un frente oeste en contra de la expansión nazi por Europa.


Y si Normandía fue el inicio de una gran operación, Tiananmen fue en cambio un final. Desde el 21 de Abril de 1989 cientos de miles de personas, en su mayoría estudiantes y obreros, se manifestaron y protestaron contra el Gobierno chino en favor de una mayor apertura del país hacia la libertad política y de mercado. Estas protestas se intensificaron a raíz de la visita a China de Mijaíl Gorbachov, quien sirvió como símbolo y ejemplo para los manifestantes, debido a los grandes avances y a las medidas de liberalización que este estaba llevando a cabo en la Unión Soviética. El Gobierno chino estuvo durante varios días en jaque y dividido en cuanto a qué decisiones tomar para calmar las manifestaciones. Finalmente fue el ala dura la que se impuso y el 4 de Junio de 1989 se envió al ejército a la plaza de Tiananmen para acabar con las protestas. La represión fue brutal y las organizaciones humanitarias cifran los muertos entre 1.300 y 1.500, algo que aún a día de hoy no aceptan las autoridades chinas, que sólo reconocen a 241 fallecidos.

Estos dos acontecimientos históricos, emplearon medios diferentes, englobaron a gentes diferentes y se produjeron geográficamente a miles de kilómetros de distancia. Además, a pesar de compartir el mes (y casi el día) en el calendario, estuvieron muy separados en el tiempo, nada menos que 45 años. Pero lo que realmente une a estos dos hechos históricos es que ambos buscaban lo mismo. Ambos tenían un mismo objetivo. Y es que ambos se comprometieron con una idea común: la libertad.

El famoso compañero del hombre (II)

Hace algunas semanas traté en una entrada del blog la fama que han adquirido algunos caballos a la largo de la Historia, y puse el ejemplo de Incitatus, el caballo de Calígula, como el que primero se me ocurre siempre que pienso en este tema. Hoy voy a hacer mención a otros dos equinos históricos al menos tan conocidos como el malogrado Incitatus.

El primero de ellos es Babieca, animal inseparable en las andanzas de Rodrigo Díaz de Vivar. El caballo fue regalado a Rodrigo por Alfonso VI (con quien tantas avenencias y desavenencias tendría el Cid) como gratitud por sus servicios. Babieca acompañó al Cid en muchas de las batallas que este libró e incluso vivió durante unos años después de muerto Rodrigo y parece que alcanzó una edad inusual para un caballo. Se dice también que al morir el Cid, sus compañeros ataron su cuerpo al caballo para que pareciera que aún vivía y poder así asustar a los enemigos. Aunque otras leyendas dicen que fue la propia mujer de Rodrigo quien montó a Babieca.

Y ahora, como cada vez que pienso en Babieca, inevitablemente me acuerdo también de Bucéfalo. La verdad es que los tengo como unidos. Para mi es como una regla de tres ya hecha: Babieca al Cid, como Bucéfalo a Alejandro Magno. Pues bien, según decía, Bucéfalo fue el caballo de Alejandro Magno. Cuenta la leyenda que Alejandro, ya desde pequeño, fue el único que pudo domar y controlar al impetuoso caballo y se consideró como un destino que ese fuera el corcel que le acompañase en sus innumerables expediciones. Bucéfalo acabó sus días a los 30 años de edad después de ser herido en una batalla. Era tal el amor que Alejandro sentía hacia su caballo que después de su muerte incluso fundó una ciudad entera en su honor: Bucéfala (se cree que al noreste del actual Pakistán).

Como vemos, a diferencia de Babieca, Bucéfalo no sobrevivió a su amo, pero lo que si es cierto es que ambos fueron dos claros ejemplos de caballos bravos, fieles y leales a sus amos. Y sin duda dos claros ejemplos de caballos famosos.

Millenium 1: la película

El viernes pasado fuimos al cine a ver la película "Millenium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres", basada en el primero de los libros de la saga escrita por Stieg Larsson. Como había bastantes ganas de verla, a ambos nos había gustado mucho la novela y aún la teníamos reciente, no esperé y saqué las entradas para el mismo día del estreno. Decir que me soplaron 16 euros por las dos entradas: burbuja inmobiliaria no se, pero burbuja cinematográfica... La sala no estaba ni mucho menos llena, calculo no llegaba al 50% de aforo. Al entrar a alguien le oí comentar "No se ni de que va". Hombre, ya se que en general no hay mucha afición a la lectura, pero qué menos que conocer de oídas que hay por ahí una novela de un sueco que está siendo el best-seller del año y que han rodado una película basada en ella ¿no?. Bueno, en cualquier caso, la cosa es que no había mucha gente en la sala. Por cierto ¿alguien tiene la misma mala suerte que yo y le toca siempre al lado la típica pareja tocapelotas? Él, que no sabe hablar bajo, y ella que no se entera de nada. Y yo... yo que tengo poca paciencia... Buff... En fin... vayamos a la película.

La verdad es que cuando acabó llegué a la conclusión de que en general me había gustado (debo reconocer que en las salas de cine soy de fácil conformar) aunque después al hablar con "la jefa", después con mi padre y finalmente con mi madre (todos fieles seguidores de la saga) me dí cuenta de bastantes detalles que tal vez serían mejorables. Y es que supongo que una vez que te has leído el libro las comparaciones son inevitables. Y en este caso, como en el 90% de las adaptaciones de la literatura al cine, cabe decir que la película no es tan buena como el libro, no llena tanto y no te mete tanto en la historia y en los personajes.

Una de las cosas que nos llamó extraordinariamente la atención y que fue lo primero que comenté con Vero nada más acabar la película, fue la gran diferencia en el aspecto físico que existe entre cómo nos habíamos imaginado los personajes de la novela y algunos los actores elegidos para la película. "¡Joder, yo a esta tía me la imaginaba super buena!" le dije a Vero jugándome un poco el tipo. A lo que ella me respondió: "Pues la verdad es que yo también". En pocas adaptaciones al cine me ha pasado esto con tanta intensidad.

Otra cosa: la película puede que se haga un poco larga, sobre todo para aquellos que no hayan leído el libro, pero la pena es que, aún así, se pierden algunas cosas de la historia que en el libro se hacen bastante interesantes.

Como conclusión, creo que quizá hubiera sido mejor hacer una teleserie o miniserie para la televisión o algo parecido. De todas formas, no dudéis que cuando salga la segunda iré a verla también al cine. Eso si, quizá esta vez no haga falta ir la estreno, y quizá, sólo quizá, no me toque tener a la dichosa parejita al lado.

Segundos

El miércoles pudimos contemplar como la perfecta maquinaria azulgrana pasaba por encima del hasta entonces vigente campeón de Europa. La victoria fue aplastante, no tanto por el marcador final sino por la diferencia que existió en el campo entre un equipo y otro. No hubo piedad para el Manchester. La alegría para aficionados y jugadores barcelonistas fue tremenda, un éxtasis de júbilo. Las celebraciones duraron hasta dos y tres días. ¿Y el club? Pues el club consiguió la gloria. Ser el nº 1 a nivel europeo y prácticamente mundial. Llevar al menos durante un año la corona de campeón. Pero... ¿y qué consiguió el Manchester? ¿quién se acordará de ellos? ¿quién se acordará del finalista? Es decir ¿qué le queda al segundón? En mi opinión: nada. Esta siempre será la Champions del Barça y puede que si, que muchos se acuerden de quién quedó segundo, pero ¿que le supone eso al Manchester? Nada.

Pero el Manchester no está sólo porque ha habido y habrá muchos más como él. Además este olvido no es único en el fútbol y ni siquiera en el deporte. Este cuasi desprecio hacia el segundo ocurre en casi todos los ámbitos de la vida: el trabajo, los estudios, la ciencia, la política... y también en la Historia.

Hace unos días, a raíz de haber leído el libro "Manos Milagrosas" de Joseph Kessel, comentaba en el blog la historia de Felix Kersten y de cómo este médico finlandés logró salvar la vida de miles de inocentes de la barbarie nazi. Felix Kersten fue por derecho propio la cabeza visible y el máximo artífice de aquellos milagrosos indultos, pero a su lado hubo varios personajes que le ayudaron en su propósito. Algunos con mayor o menor éxito, y algunos con un final trágico y quizá poco justo.

Uno de estos últimos casos fue protagonizado por el secretario personal de Himmler, Rudolf Brandt. Este, al enterarse de la labor del doctor no dudó en ayudarle en lo que estuviese en su mano. Por un lado habilitó el correo del Reichsfürer para uso de Kesrten, le filtró información útil y le ayudó a evitar posibles enfrentamientos con dirigentes nazis contrarios al doctor. Y por otro lado, una vez que Himmler había firmado los documentos exculpatorios, se permitía añadir algunos nombres más a la lista de indultados, corriendo así un elevado riesgo si era descubierto manipulando un documento oficial ya signado.

Pero una vez acaba la guerra, Rudolf Brandt se vio involucrado en los juicios de Nuremberg, acusado de cómplice de todas las ejecuciones firmadas por Himmler. A pesar de los esfuerzos del doctor Kersten por salvarle, Brandt fue considerado culpable y fue colgado el 2 de Junio de 1948. Una historia con un final infeliz. La historia de un segundo más. La historia de un olvidado... Un olvidado de la Historia.