Millenium: 3º y fin

La semana pasada terminé con "La reina en el palacio de las corrientes de aire" y por tanto con la saga de Millenium. Aunque, como con el 99% de las sagas o series, es inevitable tener la sensación, mientras estás leyendo los últimos números, de que es más de lo mismo... aunque el factor sorpresa ya se haya esfumado hace tiempo... aún así puedo decir que esta tercera y última entrega me ha gustado mucho.

La verdad es que se me ha hecho muy parecido a la segunda novela "La chica que soñaba...", sobre todo en cuanto a la forma en que está estructurada la trama: inicio-investigación-desenlace, y en cuanto a una de las pegas de la que también peca la anterior: que en ocasiones presenta a más personajes de los que parecen necesarios. En cualquier caso, el sueco ha sabido suplir todo esto con una narración muy fluida y muy fresca, y con unas historias con mucho dinamismo.

Pero independientemente de que esta última novela también me haya gustado, al final con la sensación que me he quedado es con la de que la trilogía al completo me ha llenado y me ha enganchado. A veces, y como ya he comentado alguna vez, te das cuenta de este sentimiento porque no puedes dejar de pensar en la historia durante todo el día (al levantarte, en el trabajo, en la ducha...), otras veces es porque tienes ganas de ponerte con el libro a cada instante y otras, como me ha sucedido a mi ahora, es por un pequeño vacío que te queda al terminar. Un vacío que significa que ya no vas a volver a tener noticias de esos personajes con los que has pasado tantas horas, con los que has compartido tantas aventuras, a los que has visto evolucionar y a los que has cogido tanto cariño (o tanto odio). Pues bien, con este final de Millenium, se acabaron para mi las andanzas de Michael Blomqvist y Lisbeth Salander. No se si es normal, si a vosotros os pasa, o si es infantil o inmaduro ¡pero a mi me ha dado pena, coño! ¿Qué va a ser de mi sin ellos? Incluso... ¿qué va a ser de ellos sin mi?

Parece ser que Stieg (le llamo por su nombre de pila porque después de tanto leerle y de escribir sobre él casi le considero un amigo) tenía la intención de escribir un total de 10 libros y de que ya tenía el cuarto a medio escribir. ¿Sería posible que alguien retomara ahí la historia? No lo sé, pero probablemente no... y probablemente sea mejor así, porque creo que ya no sería lo mismo...

"No Majestad, es la Revolución"

Hace unos días comentaba el 220 aniversario de la Toma de La Bastilla, los acontecimientos que se produjeron y el consiguiente comienzo de la Revolución Francesa. Como decía en dicha entrada fueron varios los motivos por los que se iniciaron las revueltas: la subida del precio del pan, la pobreza, la bancarrota del Estado... y algo no menos importante: el distanciamiento cada vez mayor entre el pueblo y la monarquía. Este alejamiento, ésta cada vez menor sintonía entre los ciudadanos y la realeza, se ejemplificó claramente en la frase que titula la entrada de hoy.

El mismo día 14 de Julio en que los parisinos tomaban La Bastilla, e iniciaban así un proceso que cambiaría el mundo, Luis XVI pasó todo el día de cacería en las afueras de Versalles. A la noche, llegado ya a palacio y agotado por la expedición, se acostó y durmió hasta el día siguiente. La mañana del día 15, saltándose todo el protocolo y las normativas habituales, un enviado le comunicó la noticia al rey: el pueblo se había echado a la calle, había tomado las armas y había acabado asaltando La Bastilla. Luis XVI, incrédulo y como siempre con la cabeza en otros menesteres, preguntó: "¿Es una revuelta?", a lo que el enviado sentenció: "No Majestad, es la Revolución".

Como véis, con las cosas así, parece que el final de Luis XVI no podía ser otro que el que fue...

Entrevista con Javier Cercas

Uno de los libros que más éxito está teniendo actualmente en España, y que se mantiene semana tras semana en los primeros puestos de ventas de No-Ficción, es "Anatomía de un Instante" de Javier Cercas, cuya obra más conocida hasta el momento era "Soldados de Salamina".

Su último libro es una crónica de lo acontecido en el Congreso de los Diputados aquel 23 de Febrero de 1981. En cuanto a las críticas, las he encontrado en todos los sentidos: desde aquellas que lo describen como "muy interesante y muy bien escrito" hasta otras que lo califican de "lento, repetitivo y falto de pulso". En esto, como en otras muchas cosas, para gustos están los colores. Yo, sin haberlo leído, no me atrevo a recomendarlo así como así, pero con el éxito que ha logrado, qué menos que citarlo aquí ¿no?

Os dejo este link a una entrevista que le hicieron a Javier Cercas, a raíz de su libro, en el programa Página2 de La 2.

Cambio en el nº 1

Pues eso, que después de unas cuantas semanas como líder indiscutible, Stieg Larsson ha perdido estos días el primer puesto en la clasificación de Más Vendidos, y es la novela de Ildefonso Falcones, "La mano de Fátima", la que ocupa ahora esa posición (siempre con los datos de La Casa del Libro). Desde los primeros días de su publicación, la segunda novela de este catalán ya se coló en el Top 5 de ventas arrastrada seguramente por el gran éxito que tuvo en su debut con "La Catedral del Mar".

De momento no tengo referencias directas del nuevo libro de Falcones, pero la verdad es que tampoco tengo puestas en él muchas esperanzas. Y es que "La Catedral del Mar", sin dejar de parecerme entretenido, no me llenó del todo y me pareció que tuvo más éxito del que merecía.

En cualquier caso, a pesar de este cambio en la cabeza, la trilogía Millenium continúa imparable y sigue copando los primeros puestos de ventas. A mi poco me queda ya para terminar "La reina en el palacio de las corrientes de aire" y por lo tanto dar por terminada la serie. De hecho quería haberla acabado ya pero el ajetreo de las fiestas del pueblo me lo ha puesto difícil. Ya la comentaremos por aquí.

Semana Negra de Gijón

Ayer, 16 de Julio, fue el día de la Virgen del Carmen y por ese motivo durante esta semana, concretamente del 10 al 19, se están celebrando las fiestas de Barakaldo. Se ponen atracciones para los niños, las txoznas para los jóvenes, se hacen bailes para los más mayores, etc... En cuanto a actividades culturales destacan concretamente los conciertos (¿?), pero la verdad es que en general no suele haber una oferta muy extensa sobre otras materias (literatura, historia, arte...). Por ello, aun sin querer dejar de lado a mi pueblo, lo que os voy a recomendar es otra semana de fiestas diferente y que este año también se lleva a cabo del 10 al 19 de Julio. Me refiero a la Semana Negra de Gijón.

Este evento se lleva a cabo todos los años por estas fechas en la "casi-capital" asturiana y resulta ser una fiesta alrededor del mundo de la lectura. Nació en 1980 como festival en torno a la novela negra o policíaca y a través de los años ha ido incorporando más y más géneros a sus actividades. En la actualidad se le dedica una atención destacada a la ya citada novela negra, los comics, la novela histórica, la fantasía y la ciencia-ficción, reuniendo a un gran número de profesionales y aficionados a dichas materias. Según datos de la propia organización, el evento ha evolucionado de forma espectacular: de 73 mil asistentes en la primera edición se ha pasado a 1 millón en las últimas. Y el número de autores y periodistas invitados también ha crecido de igual manera.

En paralelo a esta Semana Negra suele celebrarse también la AsturCon, otro festival de similares características (aunque más reducido y con menos fama) que está concretamente especializado en la fantasía y la ciencia ficción.

Se que os aviso tarde y que ya sólo queda el fin de semana para disfrutarlas, pero desde luego ambas son una muy buena excusa para acercarse unos días a Gijón. Yo, por una razón o por otra, todavía no he ido ningún año, pero tengo la esperanza de hacerlo cuanto antes. Este fin de semana de momento me quedo en las fiestas del pueblo. Tengo pendiente unas alubias que no puedo -ni quiero- perderme. A vosotros, si podéis, os recomiendo que os paséis por la Semana Negra, y así me contáis qué tal la experiencia. Ya sabéis: "consejos vendo y para mi no tengo".

14 de Julio: la fiesta francesa

Como muchos ya sabéis mi buen amigo Álvaro tiene un blog sobre el mundo del running. Ahora que está en Touluse, tanto él como Josema están aprovechando para hacer escapadas a correr, a los Pirineos, etc... Para hoy habían planificado un entrenamiento de 20 km. Bufff, que largo ¿no? 20 km corriendo sin parar. Al menos para mi es un pelín demasiado. ¿Cuánto tiempo harán? Pues no se, ¿alrededor de 1 hora y media? ¡Cuanto tiempo corriendo! Pero bueno, seguramente hoy no hayan tenido mucho problema de horario ya que, como bien decía Álvaro en el blog, hoy es fiesta nacional en Francia. ¿Y eso por qué?

Pues bien, mediante esta fiesta se conmemoran dos hechos relacionados. Por un lado la Fiesta de la Federación y por otro la Toma de la Bastilla. Su vínculo es total, ya que la primera se organizó un año después de la segunda y para su celebración y recuerdo (años más tarde, en 1880 se declararían oficialmente como fiesta nacional de Francia). En cuanto a la Toma de la Bastilla ya está todo dicho, pero este año se cumple un aniversario un poco redondo (220 años) y no está de más recordar lo que sucedió aquel 14 de Julio de 1789.

Las revueltas comenzaron varios días antes debido al malestar de la población parisina. Las continuas subidas del precio del pan, alimento básico entonces y que había llegado a precios desorbitados, la bancarrota del estado, la pobreza generalizada y el distanciamiento entre la monarquía y el pueblo fueron los causantes. Al amanecer del día 14 alrededor de 40.000 personas se agruparon frente a la Armería de Los Inválidos para hacerse con armamento útil y tras asaltar el edificio así lo consiguieron. Pero lo que no pudieron encontrar allí fue munición y pólvora suficientes para emplear dichas armas. Rápidamente corrió el rumor de que aquello podría almacenarse en La Bastilla y por tanto hacía allí se dirigió la multitud.

La Bastilla, que fue construida originalmente como edificio para la defensa de París, había sido transformada en prisión por el conocido cardenal Richelieu. Estaba caracterizada por disponer de estancias confortables para prisioneros ilustres (entre ellos destacaron Voltaire, el marqués de Sade o el famoso "hombre de la máscara de hierro") y no estaba bien vista por el pueblo ya que en ella se encerraba a aquellos que eran culpables por las "lettres de cachet": órdenes directas del rey mediante las que podía encarcelar a cualquiera sin pasar por un juicio. Y aunque este no fuera el motivo principal de su asalto, el hecho de ser un símbolo del absolutismo regio contribuyó a la moral de la población durante el ataque.

Llegada la tarde, La Bastilla fue rendida, los allí recluidos fueron liberados y los carceleros, incluido el alcaide, hechos prisioneros y en muchos casos ejecutados y decapitados. En cuanto al edificio, años más tarde fue derribado y sus materiales aprovechados para otras construcciones, aunque todavía es posible ver algún resto de él en la capital francesa.

El suceso de La Toma de la Bastilla, que nació como una incursión para obtener munición, fue adquiriendo cada vez más fama a lo largo y ancho del país, convirtiéndose finalmente en el símbolo y el inicio de la Revolución Francesa.

Cumpleaños calvinista

En la anterior entrada del blog hablaba sobre los enfrentamientos entre los católicos y los protestantes en Francia (hugonotes). Pues bien, da la casualidad de que hoy es, o más bien sería, el cumpleaños de uno de los protestantes más importantes de la Historia. Hoy, 10 de Julio, se cumplen 500 años del nacimiento de Juan Calvino, teólogo francés y fundador de la rama calvinista del protestantismo.

Calvino nació por tanto en 1509 y desde joven se dedicó al estudio religioso, influido por su padre que era secretario de un obispo. Las desavenencias de este con la Iglesia precipitaron su excomulgación y contribuyeron posteriormente a que Calvino, con 20 años, abandonase la religión católica para abrazar el protestantismo.

Las persecuciones sufridas en Francia por los hugonotes le obligaron a abandonar París y tras recorrer varias ciudades francesas acabó recalando en Basilea y posteriormente en Ginebra. Esta ciudad le acogió como líder espiritual pero las autoridades de la ciudad le acabaron expulsando debido a la excesiva influencia que tenía sobre los ciudadanos. Unos años más tarde volvieron a llamarle y esta vez Calvino no sólo actuó como líder religioso sino que acaparó la autoridad política de Ginebra.

Durante todos estos años Juan Calvino fundó y sentó las bases del calvinismo y realizó algo de gran relevancia: escribió el primer libro o tratado completo relativo al protestantismo. Lutero y otros muchos habían incidido hasta el momento en las diferencias entre católicos y protestantes, pero nadie hasta Calvino y su "Institución de la religión cristiana" había recopilado en una sola obra la teología cristiana protestante.

Sus influencias no se quedaron únicamente en el aspecto religioso sino que el calvinismo, y el protestantismo en general, contribuyeron a generalizar la alfabetización (por el hecho de basar su religión sólo en la biblia), a instaurar la democracia y la división de poderes (desconfianza en la bondad del ser humano) y a alcanzar el capitalismo (positividad hacia el trabajo como bien divino, no como castigo).

Es por todo ello que Calvino es considerado por muchos como una de las cabezas más brillantes de la teología y en general de la Historia. Personalmente, al igual que me ocurrió cuando escribí la entrada sobre Charles Darwin, ahora, al escribir sobre Calvino y por tanto verme obligado a recapacitar sobre él y sus logros, me ha dado la sensación de encontrarme ante un personaje enorme, ante uno de los más influyentes de todos los tiempos, ante alguien que con sus ideas, sus aportaciones y sus vivencias hace que me sienta insignificante. Y como entonces con Darwin, me pregunto ¿qué nos queda a los demás ante estos personajes? ¿cuál es nuestro granito de arena en la Historia? Desgraciadamente creo que es posible que ni siquiera tengamos un granito que poner...

"París bien vale una misa"

La segunda mitad del siglo XVI estuvo caracterizada en Francia por la guerra civil que dividió al país. Esta contienda sería posteriormente conocida como "Las Guerras de Religión Francesas", que básicamente enfrentaron a los católicos franceses con los hugonotes (como se conocía a los protestantes en Francia). Además del principal componente de la religión, estas guerras estuvieron también alimentadas por diferencias políticas y sociales que estaban fracturando el país. Por otro lado, al estar en juego el trono francés, otras importantes potencias europeas tomaron partido en mayor o menor medida: la España de Felipe II, el Papa y la Iglesia de parte de los católicos y la Inglaterra de Isabel I por los protestantes. Todos estos ingredientes consiguieron que estas guerras se prolongaran durante más de treinta años (1562-1598).

Una de las motivaciones concretas de la guerra fue la prohibición del protestantismo en 1559 por parte de Enrique II. Días más tarde este moriría y tras tres sucesiones al trono, y debido a la muerte de Enrique III en 1589, acabó siendo monarca nuestro protagonista de hoy: Enrique IV (III de Navarra).

Enrique luchó durante la guerra de parte de los hugonotes (de hecho él mismo era protestante) y en 1572 se casó con Margarita de Valois como parte de un trato para intentar lograr la paz entre las dos religiones. Pero este matrimonio, lejos de apaciguar el enfrentamiento, desembocó días más tarde, en la Noche de San Bartolomé: una cruel matanza de hugonotes por parte de los católicos que se extendió por toda Francia.

Como ya digo, es en 1589 cuando Enrique IV accede a la corona, pero en principio sólo es reconocido como rey por el bando protestante. Para acabar con esto y dar un paso más hacia la pacificación del país, Enrique decide convertirse al catolicismo el 25 de Julio de 1593. Y es en ese momento cuando pronuncia su famosa frase: "París bien vale una misa".

Las Guerras de Religión acabarían definitivamente en 1598 con la firma del edicto de Nantes, en el que se reconocía la libertad de culto y se permitía por tanto la religión protestante. Este tratado fue de extraordinaria importancia, pero si esta época es recordada por algún hecho concreto, lo es sin duda por la célebre sentencia.

"Paris vaut bien une messe"

La Contienda

Hoy he terminado de leer "La Contienda", de Richard North Patterson. Aunque al principio me costó un poco entrar en la historia y centrarme en los personajes, al final puedo decir que me ha gustado y lo que es casi más importante, me ha resultado muy original. Se trata de un thriller de base política, que se desarrolla en el entorno de unas elecciones primarias en EEUU y que combina perfectamente durante toda la trama los temas políticos e ideológicos (racismo, religión...), con los problemas o debates personales, familiares y amorosos.

La novela presenta a tres candidatos del Partido Republicano a ser elegidos para representar a su partido en las elecciones generales a la presidencia. Muestra a la perfección lo que debe ser una carrera electoral: las argucias y el juego sucio de algunos candidatos, la teatralidad de otros y la integridad (que hoy en día muchos calificarían de ingenuidad) de unos pocos, destacando sobre todo el ritmo frenético, la urgencia y casi el caos que se vive durante los últimos momentos antes de la elección.

El hecho de que todo este mundo esté tan bien retratado en la novela se debe seguramente, y en gran medida, a la experiencia del autor en estas lides. Y es que Patterson, antes de ser escritor, se dedicó a la abogacía y colaboró estrechamente con el abogado de la acusación del caso Watergate, así como con varios grupos de EEUU dedicados a las reformas políticas. A esto hay que añadir su gran cualidad como escritor (ya lleva 14 novelas en su haber), lo que hace que "La Contienda" además de un buen relato de ficción que entretiene durante toda la historia, consiga sorprender y dar unos giros impactantes a la trama.

Como decía, la historia me ha parecido muy original ya que son pocas las novelas de ficción que tratan la temática política, menos aún las que lo hacen desde la perspectiva interior de unas elecciones y seguramente todavía menos las que consiguen hacerlo tan bien. Un ejemplo de thriller político más cercano, lo podemos encontrar en "El tercer disparo" del periodista Luis Herrero. No me atrevo a recomendarlo porque, aunque espero hacerlo, aún no lo he leído, pero las críticas que he encontrado han sido buenas. De momento haceos con "La Contienda" y disfrutad.

Lo que el viento se llevó

La inmensa mayoría habréis conocido los amores y desamores de Escarlata O’Hara a través de la película “Lo que el viento se llevó”. La película se estrenó en 1939 y fue un éxito inmenso, lo que le llevó a ganar numerosos premios entre los que destacan 8 Oscars. Como ejemplo de su éxito, se calcula que desde su estreno hasta hoy en día, la película la han visto 250 millones de personas. Pero lo que mucha gente (sobre todo la más joven) no sabe es que esta película se basó en una novela del mismo nombre.

El martes de esta semana se cumplieron 73 años de la primera publicación de la novela “Lo que el viento se llevó” de la escritora estadounidense Margaret Mitchell. La novela, al igual que lo sería posteriormente la película, fue un éxito rotundo desde su primera publicación, y los aficionados se agolparon en las librerías para hacerse con un ejemplar. Los números fueron espectaculares: muchos días se llegó a la cifra de 50.000 ejemplares y en 15 años se vendieron 4 millones en EEUU. En 1937, un año después de su aparición, ganó el Premio Pulitzer de Novela.

Lo curioso es que una historia que supuso un éxito tan grande tanto en el campo de la literatura como en el cine, tuviera su origen en un incidente tan casual y poco habitual como es una fractura de tobillo. Y es que la señora Mitchell comenzó a escribir su obra (en 1926) para combatir todo el tiempo muerto que tenía por estar en la cama debido a un tobillo roto en un accidente. Su marido ya le había llevado infinidad de libros de Historia y otros temas, pero como esto no era suficiente para matar su aburrimiento, Mitchell decidió ponerse a escribir. Su experiencia como periodista y redactora de prensa, así como su gran conocimiento acerca de la Guerra de Secesión la ayudaron mucho, pero aún así finalmente tardó 10 años en acabar la novela, que vio la luz el 30 de Junio de 1936. Se cree que tenía pensado escribir una segunda parte, pero en 1949 ella y su marido fueron atropellados por un vehículo (hay fuentes que hablan de un taxi y otras de un camión) y murieron.

En el trabajo y en la vida en general, muchas veces el éxito se va de la misma forma que llega. En este caso, un accidente hizo que Margaret Mitchel emprendiese el mayor éxito de su carrera, pero también fue un accidente el que finalmente acabó con su vida.