¡El gran remate final! La verdad es que fue lo que sentí cuando terminé de leer la semana pasada "La Traición de Roma", la tercera y última novela de la gran trilogía de Santiago Posteguillo sobre Publio Cornelio Escipión.
Así como muchas, incluso quizá la mayoría, de las sagas o trilogías van perdiendo interés o frescura a medida que avanzan en su desarrollo, esta es una clara excepción al respecto. Ya comenté lo mucho que me habían gustado las dos anteriores novelas. "Africanus: El Hijo del Cónsul" tiene a su favor, como todo primer número de una serie, la novedad de la trama y de los personajes, la capacidad de sorpresa y en este caso además el poder descubrir la gran narrativa de Posteguillo. Por otro lado, "Las Legiones Malditas" destaca por su mayor ambiente bélico y su mejor recreación de la acción y las batallas, y además nos deja ver una evolución clarísima en muchos de los personajes principales. ¿Qué le quedaba ahora a "La Traición de Roma"? Pues en principio parecía que poco margen de maniobra, pero no. Posteguillo se ha vuelto a salir con la suya, y ha conseguido otra clara evolución en la trama, otro novelón que completa a la perfección a los otros dos volúmenes.
En ella los principales personajes: Escipión el Africano y Aníbal Barca, están acercándose a su final. El final tanto de su carrera militar y política, y el final de su propia vida. Este camino irremediable hacia su destino va acompañado en la novela de una nueva vuelta de tuerca para las personalidades y las ambiciones de ambos, aunque sobre todo de Escipión, de quien se nos deja ver ya claramente un cierto lado oscuro que comenzaba a intuirse en la segunda novela. Un lado oscuro si, pero que no hace sino describir de forma más realista al personaje y en definitiva engrandecer aún más su figura.
Como puntos concretos de la novela destacaría dos:
En primer lugar, la Batalla de Magnesia, donde el ejército romano consigue acabar con las fuerzas de Antíoco III de Siria. Una batalla descrita sensacionalmente (una vez más) y muy comparable a la espectacular Batalla de Zama que tiene lugar en "Las Legiones Malditas".
Y segundo, y más grande aún, los finales de ambos personajes. Perfectamente narrados, con unos capítulos finales sublimes y que ponen el punto emotivo y sentimental perfecto a la toda la obra. Y es que, después de vivir tantas aventuras y sufrir en tantas batallas junto a Publio y Anibal, reconozco que se me ponía la piel de gallina mientras leía cómo Posteguillo narraba su muerte. No sé, será que cuando me meto en la historia, me meto de verdad, y joder... que queréis que os diga... ¡Si casi lloro, coño! ¡Si casi lloro!
"Joe" me decía Andoni, "cómo estás con la trilogía de Escipión ¿no?". Y sí, tenía toda la razón. La verdad es que me ha enganchado mucho mucho. Y no sé, si tuviera que elegir no sé con cual de las tres novelas me quedaría, quizá con la segunda: "Las Legiones Malditas", que me pareció la más épica, pero lo que si sé es que recordaré esta trilogía por mucho tiempo. Gran capacidad didáctica, enorme entretenimiento, debates e intrigas políticas, héroes y acción. Una obra completísima con la que aprender y disfrutar. Una maravilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario