Pues bien, la semana pasada me lo acabé. Todas las referencias que tenía sobre él eran muy buenas y además venía avalado por ser el único cómic que ha ganado un premio Pulitzer. La verdad es que no me ha decepcionado. La historia es dura a la vez que entrañable y los personajes, a pesar de ser animales, consiguen que te emociones con ellos. Alegría, tristeza, amor, terror…
La historia está escrita y contada por el hijo de un superviviente de Auschwitz (no cuento nada más para los que queráis leerlo) y creo que sólo eso ya la hace atractiva. De hecho, a todas aquellas personas que se lo he ofrecido para que lo lean, no han dudado en aceptar. “Ah, pues si tío, déjamelo” “¿Me traes mañana el cómic ese de los nazigatos?”.

Por cierto, más o menos relacionado con el tema y de estilo parecido (aunque protagonizado ya por personas), tengo también en casa (aunque todavía no he empezado) “Berlín: Ciudad de Piedras” de Jason Lutes, ambientado en la Alemania de la República de Weimar. Espero leerlo pronto y poder comentarlo aquí.
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