Operación Carne Picada

En Mayo de 1943, durante la II Guerra Mundial, meses después de que las tropas de Edwin Rommel cayeran derrotadas en la famosa Batalla del Alamein, con la consiguiente pérdida para el Eje del norte de África, los Aliados se encontraron con que necesitaban continuar con su avance en esa zona. La lógica decía que lo siguiente debía ser dar el salto al sur de Europa, y concretamente a Italia. Pero para poder acometer esta empresa precisaban antes de un punto intermedio, un acercamiento previo para después dar el salto al continente de forma eficaz. La mejor opción era clara: Sicilia. Pero Hitler también lo sabía y tenía bien resguardada aquella isla de posibles invasiones. Los Aliados necesitaban por tanto distraer la atención del Führer de aquel enclave y para ello el servicio de inteligencia británico (MI5) ideó la Operación Carne Picada.

El plan consistió en soltar en las costas de Huelva un cadáver de un supuesto oficial de la Marina británica al que se le dio el nombre de William Martin. El cadáver portaba unos documentos secretos de los aliados, que obviamente eran falsos, y que detallaban una supuesta operación para invadir Córcega y la costa Griega, dejando totalmente al margen Sicilia, que era el verdadero objetivo de los Aliados. La idea era que el régimen español (pro-eje, a pesar de su declarada neutralidad) hicieran llegar los documentos a los alemanes.

El cadáver fue encontrado por un pescador español que alertó a las autoridades del régimen de Franco. En un primer momento el cuerpo, y por tanto los documentos, quedaron en manos de la Marina española, que a diferencia del resto de ejércitos y autoridades, era proaliada, de forma que los británicos vieron peligrar la misión por el miedo a que la Marina no filtrase los documentos los alemanes. Sin embargo, después de algunas gestiones de espionaje, lograron que el cuerpo pasara a las manos adecuadas.

Las falsas cartas fueron abiertas en España de forma que no se notase su manipulación, se hicieron las copias correspondientes y se enviaron a Alemania. Por otro lado, para mantener su neutralidad con los Aliadas, se notificó a Gran Bretaña el descubrimiento del cadáver y se les hizo llegar las cartas originales “cerradas”. Pero los británicos habían ideado una técnica (unas pestañas de ojo humanas dentro de los sobres) para poder determinar si estas verdaderamente habían sido abiertas o no, y así pudieron comprobar que su plan se había desarrollado con éxito.

Los alemanes por su parte cayeron en la trampa y se creyeron los documentos (“Se han tragado toda la carne picada” le comunicaron a Churchill). En consecuencia Hitler ordenó concentrar sus tropas en Córcega y la costa Griega, dejando así desprotegida Sicilia y permitiendo al fin que los Aliados la ocupasen y pudieran después lanzarse a liberar Italia.

La verdad es que la operación parece digna de película y como no podía ser menos, el acontecimiento dio al menos para dos novelas y un film basado en una de ellas. ¡Qué razón tenía aquel que dijo que muchas veces la realidad supera a la ficción!

3 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho la entrada. Es agradable leer pasajes de nuestra historia desde el punto de vista de un "lector voraz" (en el buen sentido).
    Muy interesante y muy acertada.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Gracias!! La verdad es que a lo largo de la Historia, desde la más antigua hasta la más reciente, hay montones y montones de anécdotas o pasajes de este tipo. A mí me parecen muy entretenidos y que ayudan mucho a retener determinados acontencimientos de la Historia.

    Por cierto, me han preguntado el nombre de la película que se basó en esta operación. Se llama "El hombre que nunca existió" y es de 1956:

    http://www.imdb.es/title/tt0049471/

    ResponderEliminar
  3. Una gran operación "de engaño" como se denomina en términos militares. Dió muy buenos frutos como explicas, Hitler se lo tragó. Envió tropas a Córcega y Cerdeña, y distrajo dos de sus famosas divisiones panzer desde rusia a Grecia, de manera que no pudieron participar en la batalla de Kursk. Batalla que los soviéticos ganaron y algunos consideran como el punto de inflexión donde los nazis perdieron la iniciativa para el resto de la segunda guerra mundial.

    Saludos cordiales

    ResponderEliminar