Oliver Cromwell y la revolución puritana

Habitualmente, entre que acabo con una novela y empiezo con la siguiente, me gusta leer alguna revista o libro de Historia o al menos algún pasaje o capítulo de ellos. En primer lugar para cambiar un poco de temática, y en segundo para recordar alguna cosilla que inevitablemente se va olvidando, para conocer algún hecho histórico nuevo, para profundizar en algún tema de la propia novela que acabo de terminar o, como en este caso, para conocer mejor a algún personaje de la Historia. Esta vez el elegido ha sido Oliver Cromwell.

Cromwell nació en 1599 en Huntingdon (Inglaterra). Ya desde pequeño fue educado en la cultura y ambiente protestante puritano y pronto empezó a relacionarse con el mundo de la política. En 1628, a los 29 años, fue elegido por primera vez para el Parlamento de Inglaterra. Pero aquel Parlamento duraría poco. Apenas un año más tarde, el rey, Carlos I de Inglaterra, lo disolvió, acaparando así todo el poder en su figura durante nada menos que 11 años. Pero en 1640, en plena rebelión de escocesa, se vio en la necesidad de volver a instaurarlo para que le ayudasen a conseguir fondos con el objetivo de aplacar las revueltas.

Por aquel entonces Oliver Cromwell estaba planeando su partida a Norteamérica. Por un lado había sufrido una crisis de identidad religiosa y por otro no se encontraba a gusto con la política y la sociedad inglesas. Pero sus partidarios le convencieron para que se quedase y liderase al nuevo Parlamento. De esta forma, volvió a la política y se caracterizó por la defensa de muchos derechos que ahora consideramos elementales: reuniones periódicas del Parlamento, limitación del poder de la monarquía, respeto por la propiedad privada, derecho de opinión y libertad religiosa.

Pero poco tiempo después, Carlos I, al ver limitado su poder, volvió a disolver el Parlamento. En esta ocasión los opositores a la monarquía no se conformaron y se echaron a las armas. Cromwell, líder de los puritanos, estuvo al frente del ejército opositor y consiguió derrotar y apresar al monarca. Algunas de las batallas más decisivas fueron las de Marston Moor y Naseby. Carlos I fue condenado por deslealtad y traición y ejecutado el 30 de Enero de 1649. Unos meses más tarde Cromwell suprimió la monarquía e instauró la República, conocida como Commonwealth. Esta duró 4 años, y en 1653, con la excusa de que no podía llevar a cabo sus políticas ni conseguir algunos de los derechos que buscaba para la población, Oliver Cromwell tomó el título de Lord Protector de Inglaterra. Esto prácticamente le hizo caer en uno de los errores que tanto había combatido en el pasado, ya que acaparó casi más poder del que tuvo el derrocado Carlos I.

A la muerte de Cromwell, Inglaterra se sumergió en una época de caos y finalmente se instauró de nuevo el régimen monárquico con Carlos II al frente, quien para vengar la muerte de su padre, ordenó exhumar el cuerpo de Cromwell , cortarle la cabeza y exponerla en la Torre de Londres.

La figura de Oliver Cromwell despierta opiniones muy enfrentadas entre diferentes historiadores, sobre todo debido a la última etapa de su vida como Lord Protector, pero de lo que no se puede dudar es de que gracias a él se pusieron las bases para muchos de los derechos y libertades individuales de las que gozamos actualmente. Por todo ello, hoy en día una estatua se levanta en su honor frente al Parlamento de Londres (Palacio de Westminster).

P.D.: Un par de curiosidades:

1. Se sabe que el peso del cerebro de Oliver Cromwell fue especialmente elevado: 2.300 g frente a una media mundial aproximada de 1.450 g.

2. Oliver Cromwell fue elegido por los británicos en el 10º puesto de los Británicos Más Famosos de la Historia en una encuesta realizada en 2002 por la BBC.

1 comentario:

  1. muy interesante, me has ayudado con una tarea... muy preciso

    ResponderEliminar