Castillo La Mota y Moscú

El pasado miércoles, por motivos laborales, me tocó visitar la villa vallisoletana de Medina del Campo. Como el viaje en coche es demasiado largo para hacer la ida y la vuelta en el mismo día y metiendo una jornada de trabajo de por medio, no me quedó más remedio que hacer noche allí. Me hospedé en el Hotel La Mota: sencillo, céntrico, con gente amable y cuya característica mas destacada es quizá que comparte nombre con el famoso castillo de la ciudad: el Castillo La Mota.


El nombre del castillo proviene de la pequeña elevación en la que está situado (según la RAE: "Mota: Eminencia de poca altura, natural o artificial, que se levanta sola en un llano.") y que le permite dominar los alrededores de la población. Este castillo, debido a su ventajosa situación, fue durante el siglo XV origen de grandes disputas entre los reinos de Castilla y Aragón, y entre sus ilustres huéspedes destacó la hija de los Reyes Católicos, Juana La Loca. Otros importantes personajes que moraron en él, aunque estos de forma obligada por estar presos, fueron César Borgia y Hernando Pizarro (explorador y hermano del famoso conquistador). Actualmente, el conjunto pertenece a la Junta de Castilla y León, y es regularmente empleado como centro de convenciones y explotado como destino turístico.


Días antes, mi "contraria" me había planteado un posible viaje a Praga para la primavera que viene, a lo que yo, viniéndome arriba, le sugerí que incluso podríamos irnos hasta Moscú ya que desde siempre he tenido gran curiosidad por visitar la Plaza Roja y ver el aspecto del Kremlin. Sin duda un destino atractivo, lejano, con gran cambio cultural y con historia, con mucha historia. Sin embargo, el otro día, al volver de Medina, contemplando por el retrovisor la silueta de su conocido castillo, me dio por preguntarme hasta qué punto es necesario irse tan lejos para visitar lugares atractivos y con historia. Bien está salir al mundo para conocer otras culturas y costumbres, no me cabe duda (de hecho a mí me encanta), pero en ocasiones parece que menospreciamos destinos más cercanos en beneficio de la lejanía de otros. ¿De verdad tiene mucho que envidiar una semana en Moscú a por ejemplo una semana de ruta por las capitales Castellanas? Pues no sé... pero, ¿sabéis una cosa? Que yo me voy a los dos sitios y ya está.

Fuente: CastillosNet.org  y una conversación con un lugareño.

3 comentarios:

  1. La misma pregunta que te haces tú sobre si merece la pena irse tan lejos para visitar algo que merezca la pena, me la he hecho un montón de veces; más si cabe, cuando valoras todo lo que te pueden ofrecer las ciudades castellanas, tanto la de León como La mancha: comida, vinos, paisajes...

    Desde luego que también son ruta pendiente para mi, sobre todo cuando oyes maravillas de ciudades como Toledo o Segovia de gente que ya las ha visitado...

    El tema de las nuevas culturas nos empuja a irnos lejos, pero para pequeñas escapadas y económicas hay que recomendar el territorio nacional que tenemos infravalorado.

    Un saludo!

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  2. Hablando de castillo... este verano estuve en uno. En el Castillo del Marqués de los Vélez, en Velez-Blanco, norte de la provincia de Almería. Una joya. Imponente. Como dato curioso decir que su patio interior está, literalmente, expuesto en el Museo Metroplitano de Nueva York, institución a la que fue vendida en 1904 -creo que por cinco mil pesetas-.
    Castilla y León está muy bien, pero el gusanillo también se puede matar yendo a Muzkiz (Castillo Salazar), Gautegiz Arteaga, Avellaneda, Torre de los Guevara, Torre de los Mendoza, Ayala o, por qué no, Layseca (Guriezo) :)
    En cuanto a lo que dice Emi -estábamos escribiendo al tiempo- decir que Segovia y Toledo son una joya. Segovia lo conozco bien ya que tuve la suerte de mucho tiempo al Archivo Militar que está en el Alcázar. Otra joya. En cuanto a Toledo... la ciudad de las tres culturas, no te digo más. Y de comer, ni hablamos.
    Yo tengo ganas de ir a León que comparte bien, entre otras cosas, la mezcla de su Catedral con el Museo de arte contemporáneo, referencia arquitectónica.

    Saludos.

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  3. Mientras escribía la entrada se me ocurrió una idea para hacer unas escapadas todos juntos. No sé si es una locura, una chorrada o más bien, como de costumbre, una flipada. Tan es así que hasta me da un poco de vergüenza escribirlo aquí, así que mejor lo hablamos estas navidades cuando nos reunamos.

    Gracias a ambos por los comentarios!!

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