La vida, el tiempo...

Decía Séneca en su ensayo "Sobre la Brevedad de la Vida" que la duración de nuestra vida, el tiempo total del que disponemos, no es corto ni escaso, sino que en realidad es justo y suficiente y el problema es que somos nosotros mismos los que lo desperdiciamos. Según el filósofo cordobés, no empleamos bien ese tiempo en aquello que realmente nos realiza y nos completa, sino que en su mayoría lo malgastamos en cosas superficiales, en preocupaciones vanas y en prestar demasiada atención al exterior olvidándonos de nuestro desarrollo interior.

Muchas veces me acuerdo de esta reflexión, o más bien debería decir que intento acordarme de ella todo lo que puedo: cuando estoy preocupado por alguna cosa que realmente es una chorrada, cuando me aturullo por tener muchas cosas pendientes, cuando veo que los fines de semana se pasan volando, o cuando me doy cuenta de que estoy más pendiente de hacer una cosa que de disfrutar mientras la hago.

El otro día Javi me envió por mail el poema/texto "Instantes". Nunca lo había leído. Me gustó mucho y me emocionó. Y además me hizo acordarme de la reflexión de Séneca, ya que, aunque con otro punto de vista, vendría a decir lo mismo que el antiguo filósofo:

Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer mas errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.

Por si no lo saben, de eso esta hecha la vida,
solo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría mas liviano.

Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría mas vueltas en calesita,
contemplaría mas amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.


Muchas veces el texto se atribuye erróneamente a Borges, pero parece que el verdadero autor del mismo fue Don Herold con el título: "If I had My Life to Live over".

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