Hoy se cumplen exactamente 20 años de la caída del Muro de Berlín. La noche del 9 de Noviembre de 1989 se puso fin a 28 largos años de separación de la capital alemana, en consecuencia del propio país e incluso se podría decir que de Europa. Yo, que por aquel entonces estaba a punto de cumplir los 9 años, prácticamente no tengo imágenes ni recuerdos de aquellos hechos y sus protagonistas: ni el Muro, ni la gente derribándolo, ni de la RFA y la RDA... de hecho, creo que el primer recuerdo propio que tengo que refleja de alguna forma aquella división de Alemania es a Andreas Brehme marcando el penalty decisivo para ganar la final del Mundial de Italia 90. Y no me preguntéis porqué pero sé que entonces yo sabía que aquellos Brehme, Klinsmann, Hassler y Matthaus no eran simplemente Alemania sino que eran Alemania Federal. Afortunadamente el paso de casi 20 años desde aquel gol de Brehme, me ha enseñado que el Muro, tanto su levantamiento como su derribo, no supuso sólo que Alemania jugase con dos equipos diferentes en los Mundiales de fútbol, sino que prácticamente cambió el orden del mundo. Simplificando mucho, podemos decir que fue algo así:
Una vez finalizada la II Guerra Mundial, Berlín (y Alemania entera) quedó dividida en sectores administrados por diferentes potencias mundiales: EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia. Años más tarde los tres sectores occidentales se unificaron y entraron a formar parte de la nueva República Federal Alemana, quedando Berlín Este en manos rusas y como capital de la República Democrática Alemana (Alemania del Este).
Con el paso de los años la represión en Alemania oriental, así como las mejores condiciones de vida y la mayor libertad de Alemania occidental hicieron que los alemanes del este emigrasen paulatinamente al otro lado de la frontera. Para evitarlo, la RDA puso severas restricciones para abandonar el país, pero como aquello no era suficiente finalmente sus dirigentes decidieron construir el famoso Muro en 1961.
El statu quo de la división alemana y de Europa se mantuvo durante varios años hasta que a principios de los 80, Mijaíl Gorbachov comenzó a impulsar en la URSS procesos liberalizadores y de apertura como las famosas Perestroika y Glasnost. Aprovechando las medidas de Gorbachov, los países comunistas de Europa central (vinculados férreamente a Moscú) comenzaron también sus propios procesos de reforma y desbloqueo, en la mayoría de los casos gracias a las protestas de sus ciudadanos, ya cansados de la falta de libertad y las penosas condiciones de vida.
Primero, y antes que Alemania, fueron países como Polonia y Hungría los que consiguieron dejar atrás el comunismo y alcanzar unas elecciones democráticas. Posteriormente, a partir de que aquel 9 de Noviembre de 1989 se declarase la caída del Muro, y como si este hubiese estado actuando como una presa de contención, el resto de repúblicas comunistas caerían en cadena: Checoslovaquia, Rumanía, Albania... En la mayoría de los casos estas transiciones fueron básicamente pacíficas, con el caso excepcional de Rumanía que acabaría con la ejecución del matrimonio Ceaucescu en Diciembre de 1989.
Gran momento de nuestra historia reciente, importantísimo en todos los ámbitos, cambió por así decirlo las reglas del juego.
ResponderEliminarBuena entrada amigo, si no fuera por la pequeña errata contando los años de vida de ese muro de la verguenza.
Enjamio.
Tienes toda la razón, lo acabo de cambiar. De tanto escribir en el blog, al final se me va a olvidar sumar y restar, que se supone que era lo mío.
ResponderEliminarMuchas gracias!! Por cierto, espero que lo tuyo también sea una errata, y quisieras decir "Buena entrada, a pesar de la pequeña errata" y no "Buena entrada, si no fuera por la errata"... que un error al restar lo tiene cualquiera ¿no? ;-)