"Alejandro Magno" de Oliver Stone...

...o cómo ser capaz de hacer una mierda de película empleando a uno de los personajes más grandes de toda la Historia.

El fin de semana pasado la vimos en casa. No tenía muy buenas referencias, pero aún así tenía ganas de verla. Admiro a Alejandro Magno, lo que consiguió, lo que supuso, su influencia hasta nuestros días. Un personaje grandioso. Un personaje único en la Historia. ¡Joder único! ¡La que sí es única es la película! Pero por lo mala que es comparada con lo que podría haber sido. Y es que con todo a su favor para hacer un peliculón, va Oliver Stone y se casca semejante paquete. Es que estoy hasta indignado. Es que no se la tenían ni que haber dejado estrenar. Eso tenía que estar prohibido coño. A qué viene poner a Colin Farrel en ese papel, que queda como un "pringao", que tira por tierra toda la grandeza del personaje, que parece que estás viendo a un yonki de la calle en vez de al mayor general de todos los tiempos. Y a qué viene coger a un protagonista moreno y teñirle de rubio. Vale, hay dudas sobre el verdadero color de pelo de Alejandro Magno, pero si quieres que aparezca rubio coge un actor rubio y si quieres que aparezca moreno coge un actor moreno, no sé, digo yo...  Es que da asco sólo verle con ese pelo. A qué viene intentar darle una explicación freudiana a determinados comportamientos de Alejandro, si lo haces de forma tan poco sutil, tan burda y tan facilona. A qué viene darle tanta importancia a la bisexualidad del conquistador macedonio, cuando precisamente en aquella época era un comportamiento medianamente habitual para algunos griegos. ¡Es que al final se le da más relevancia a que tuviera un amante masculino que a que conquistara medio mundo! Y a qué viene pasar tan de puntillas por su condición de enorme estratega y grandioso general. En definitiva, que ¡a qué viene esta película! De verdad que no lo sé. Si es que hasta me estoy enfadando mientras escribo...

En fin, se salvan la Banda Sonora, Bucéfalo y Angelina Jolie.