No se que me pasa. Algo está cambiando dentro de mí. Lo noto. Y cada vez es más implacable. Cada vez aprieta más. Cada vez con más fuerza. Cada vez con más argumentos.
Yo, que era un fiel seguidor del hombre de acero. Un amante del hombre proveniente de Krypton. Yo que de pequeño me disfracé varias veces con el mono azul y la capa roja. Que me peinaba con ese rizo en el flequillo para parecerme a él.
He cambiado. Lo noto. Lo noto y lo sé. Sé que es definitivo. Que soy un traidor. Sé que la oscuridad ha podido conmigo. Ahora tengo menos sentimientos y soy menos perfecto. He dejado de lado a Kal-El. He dejado de lado a Clark. Ahora me oculto en las sombras. Ahora soy un caballero oscuro. Ahora mi nombre es... BATMAN.
Esta entrada va dedicada especialmente a Vicu y Andoni. Los cuales son en gran parte culpables de esta transformación.
ResponderEliminarEs poco probable que nosotros hayamos tenido que ver en esa transformación, querido amigo. Pero si ha sido así, confieso que me produce una enorme satisfacción. Aunque podríamos achacar esa desviación hacia la oscuridad, hacia la realidad cruda y cruel de la vida, como una etapa más en tu carrera hacia la madurez.
ResponderEliminarQuizás, y sólo quizás, tu admiración por el hombre de acero fuera porque él encarna toda la benevolencia, justicia y admiración que puede tener un niño hacia su padre. Superman es sin duda la luz más blanca e incorrupta del universo de papel. Y por ello, desde la infancia nos sentimos arrastrados por esa presencia intocable, casi como un dios al que debamos adular.
La edad, sin embargo, va haciendo que percibamos la dureza del día a día en nuestras propias carnes (no quisiera con esta frase polemizar - sé perfectamente lo afortunados que somos y la escasa dureza de nuestra vida en comparación con lo que hay en el mundo-) y esa inmaculada pureza que en general nos envuelve cuando somos críos va dejando paso a pequeños pozos abisales que mutilan nuestro caparazón como miembros las minas a los soldados.
En esa oscuridad le conociste y aunque en un principio no entendías su esencia total, poco a poco te fue convenciendo de que la única solución es ponerse a la altura de las dificultades, bajar a la tierra como mero mortal y pelear con lo que se tenga.
Por eso Bruce Wayne no es un héroe cualquiera. Es alguien que se ha adentrado en lo más oscuro de la existencia humana y pugna contra ello desde el origen. Batman no es mejor que los demás malvados. No los juzga. No reniega de ellos. Simplemente los combate como tú y yo confrontamos nuestros villanos del día a día.
Y por fin la metamorfosis se ha completado. Ya sabes que no necesitas poderes para ser un héroe. No tienes que ser un alienígena, ni tener un arma sobre humana, ni pertenecer a una raza mutante.
Si quieres vencer a la oscuridad, tendrás que ser parte de ella.