Después de leerla y tomar tanto cariño a los York, de meterme en la piel de Eduardo IV, y de llegar a odiar a los Lancaster (¡¡puaaggg, malditos!!), me compré la segunda parte y me puse con ella con gran ilusión. Lleva por título "La Guerra de las Rosas: Señor del Norte" y retoma la historia cuando Eduardo de York, después de vencer a los Lancaster en la Batalla de Tewkesbury, ya está completamente asentado en el trono inglés. Nombrará a su hermano Ricardo como Señor del Norte y por tanto su mano derecha, pero las desavenencias entre ambos no se harán esperar.
La evolución de las personalidades de los protagonistas principales, Eduardo y Ricardo, está muy bien reflejada, pero más allá de eso, la novela me ha defraudado bastante. Ese equilibro entre Historia y Ficción tan bien conseguido en la primera parte, se pierde ahora completamente, dejando mucho más de lado la parte histórica y centrándose demasiado, en mi opinión, en la parte folletinesca y de amoríos, hasta el punto de que no se sucede ningún hecho histórico relevante hasta la segunda mitad de la novela. Y en cuanto a la acción y el dinamismo de la trama, en general decae bastante, debido quizá a la falta de batallas. Vamos, que le falta chicha.
En resumen, que recomiendo muy a gusto la primera novela, pero no la segunda, que me ha parecido menos trabajada y menos completa que su predecesora. Aunque claro, todo es cuestión de gustos y quizá haya quien prefiera novelas menos históricas y más "rosas". En cualquier caso, seguro que cuando publiquen el tercer volumen, caigo en la tentación… a ver si por fin consigo ver a Ricardo III en el trono de Inglaterra.
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