Mucha comida, mucha bebida y en definitiva muchos excesos han sido la tónica habitual para mi, y supongo que para la mayoría de vosotros, durante estas pasadas fiestas navideñas. Bueno, eso y muchos regalos y mucho gasto de dinero. ¿Y si todo se quedase ahí? ¿Y si no hay nada más? Nos quedaríamos un poco vacíos y sería todo demasiado superficial ¿no?. Sinceramente creo que es lo que suele pasar en la mayoría de los casos y la mayoría de la veces. Con esto no quiero decir que me lo pase mal ¿eh? Ni mucho menos, que a mi también me gusta comer y beber, y que siempre se acaban echando unas risas, o contando anécdotas divertidas. Lo que pasa es que en general me da la sensación de que hay mucho continente y poco contenido durante estas fiestas.
Pero la verdad es que este año he tenido suerte y por un momento pude ver la luz. Y es que durante la cena de Nochebuena acabamos teniendo una conversación un poco más profunda de lo habitual. Calculo que no fueron más de 15 minutos, pero ahí estuvo. Una conversación sobre el sentido de la vida y sobre lo que esperábamos de ella, sobre lo que nos llenaba y nos realizaba y en resumen sobre lo que nos hace felices. Y en ese momento me acordé otra vez de Séneca. En otra entrada ya comentamos aquí su trabajo "Sobre la Brevedad de la Vida", que trataba acerca del discurrir del tiempo, pero esta vez fue otra de sus obras la que se me vino a la cabeza: "Sobre la Felicidad". Sobre este tema de la Felicidad ya hablamos en su día desde la perspectiva más científica de Desmond Morris, pero también podría abordarse desde un punto de vista más filosófico como el de Séneca.
En esta obra son varias las ideas que nos lanza el filósofo cordobés. En primer lugar que siempre debemos comenzar por reflexionar acerca de qué es lo que realmente nos llena en la vida, lo que de verdad apreciamos y nos hace sentir plenamente satisfechos en nuestro interior. En definitiva, qué es lo que realmente nos hace felices. Esto que parece tan obvio, muchísimas veces lo pasamos por alto, lo damos por hecho y lo despreciamos, y sin embargo es lo primero sobre lo que debemos meditar, lo primero que debemos tener claro para buscar la Felicidad. Y a partir de ahí, buscarlo, conseguirlo y practicarlo con ahínco.
Pero ese objetivo, esa meta, debe ser verdadera y no estar basada en la apariencia. No debemos dejarnos llevar por los posibles agentes externos. Es decir, no debemos hacer algo, o tener un hobby, o un trabajo (o cada uno con lo que se sienta feliz y realizado) por quedar bien, por gustar a los demás o por ser reconocido, sino que tiene que ser algo sólido, verdadero y profundo que, como decía antes, consiga llenar nuestra existencia.
Además, Séneca nos advierte del peligro que corremos al dejarnos llevar por la mayoría. Lo que busque todo el mundo, lo que le guste a todo el mundo, o lo que haga feliz (supuestamente) a todo el mundo, no tiene porqué ser beneficioso para nosotros ni mucho menos hacernos felices. Cada uno debe buscar su propia senda. Lo contrario es acomodarse y no emplear la razón. Lo contrario supone conformarse y no ser completamente feliz.
A los que queráis profundizar un poco más en este tema, os recomiendo que os hagáis con esta obra del filósofo. Al principio puede parecer que las ideas que plasma son un poco inconexas o tienen un cierto desorden, pero poco a poco se va vislumbrando la idea central y todas las piezas acaban por encajar. Por otro lado, al igual que con sus ideas acerca del tiempo y de lo breve de la vida, podréis ver cómo sus razonamientos y teorías sobre la felicidad del hombre están aun hoy plenamente vigentes.
Hola,
ResponderEliminarveo que vas a estar ocupado durante mucho tiempo con tanto libro y cómic. Por lo menos ya tienes aseguradas unas cuantas entradas del blog ;-P
Respecto a esta entrada en concreto, no estoy de acuerdo con Séneca. Pienso que el fondo de sus palabras puede tener cierta razón, pero creo que le falta observar la dificultad en la que la vida te puede sumergir. Y más hoy en día, donde la competitividad está en su nivel más alto. Creo que muchas personas no hacen, no son y no buscan lo que realmente les hace feliz porque los agentes externos no se lo han permitido. Y no, como dice el hispano, porque quieran ser bien vistos por la sociedad que los rodea.
Por otro lado, creo que Séneca pasa muy por encima, ojo que esto lo digo sin haber leído el libro y basándome en tu aportación, por la idea de "saber lo que nos hace feliz". Dice, según pones en tu entrada, que hay que centrarse en saberlo y después buscarlo. Pero creo que hoy en día es muy difícil concretar la felicidad.
Para terminar, y para que no parezca la entrada más pesimista del siglo, diré que la felicidad completa la veo casi imposible en este mundo que nos ha tocado caminar, pero que los fragmentos que de ella conseguimos merecen cualquier esfuerzo y sacrificio.
Tony
Completamente de acuerdo con Séneca y con más razón, respecto a lo que dice Tony, teniendo en cuenta las dificultades a las que nos enfrentamos, especialmente en esta sociedad, habrá, por lo menos, que esforzarse por profundizar e intentar aclararse uno mismo. Otra cuestión es que lo logremos o no.
ResponderEliminarOtra consideración puede ser la de dilucidar hasta que punto lo que creemos que queremos es fruto del contexto sociocultural, familiar…o algo genuino que nace del interior de uno mismo, o probablemente una mezcla de ambas cosas.
Saludos cordiales.
Filos.
Pues sí Tony, la verdad es que con todo el material que me he agenciado tengo para ir tirando una buena temporada. Si quieres que te pase algo, ya sabes...
ResponderEliminarEn cuanto a tu comentario entiendo en parte lo que quieres decir, pero como dice Filos creo que lo que sucede es que hay separar el debate en dos planos: el teórico y el práctico. En la entrada que he escrito he intentado hacer algo (con más o menos acierto) a caballo entre estos dos planos, con lo que no todo es puramente lo que dice Séneca sino que hay mucho intento de aplicación al mundo real.
Por un lado Séneca, como buen filósofo, se basa en la teoría y nos presenta sus ideas desde ese punto de vista (a pesar de que en determinados momentos de la obra también baja a un nivel más terrenal): ¿Cuál es el camino ideal para la búsqueda de la felicidad? ¿Qué cosas deberíamos evitar? ¿Cómo debemos reflexionar?
Otra cosa distinta sería la interpretación y la aplicación de estas teorías al mundo del día a día, que es lo que creo que quieres decir con tu comentario: ¿Nos permite la sociedad hacer esa búsqueda de la felicidad? ¿El estilo de vida que llevamos (sobre todo en occidente) es el más adecuado para iniciar el camino hacia la felicidad?
Por tanto no creo que tengas que estar necesariamente en desacuerdo con la teoría de Séneca, sino que lo que tú describes acerca de los agentes externos es un ejemplo más de cómo no seguimos (o no nos dejan seguir) las enseñanzas del cordobés.
Y ya que nos hemos metido en la práctica, creo que tienes razón en que hay ocasiones en que la propia sociedad (repito, sobre todo la de occidente) de consumismo, estrés y competitividad en que nos ha tocado vivir no nos permite esa búsqueda. Pero creo que no son ni mucho menos la mayoría de los casos. Creo que la mayor parte son excusas, empezando por la archi-recurrido "no tengo tiempo" (luego a nadie le falta tiempo para ir de compras, a nadie le falta tiempo para ver la tele, a nadie le falta tiempo para pasarse el día entero en el sofá...). Lo que verdaderamente sucede es que estos procesos (reflexionar, cultivarnos intelectualmente, desarrollarnos internamente, etc.) suponen un esfuerzo que no queremos afrontar. Como comenta Filos, habrá que esforzarse un poco en profundizar y reflexionar. De acuerdo en que hay casos especiales, pero no creo que se pueda aplicar eso a la generalidad.
Ya veo que este tema de la Felicidad te gusta, porque en el anterior acerca del libro de Desmond Morris también escribiste. Sinceramente te recomiendo esta obra de Séneca. No es nada larga y para ser filosófica se lee bastante rápido. El libro que yo tengo contiene en un mismo volumen "Sobre la Felicidad" y "Sobre la Brevedad de la Vida", si te animas te lo paso.
Gracias a los dos por seguir leyendo el blog y por los comentarios.
Ricky