Pues bien, me encontré con la sorpresa de que Stieg Larsson, que tanta fama está alcanzando ahora con esta novela y las dos siguientes, había fallecido recientemente de un ataque al corazón. Y lo que me impactó aún más es que murió sólo unos pocos días después de haber entregado a la editorial el tercer libro que completaba la trilogía Millenium. Y que queréis que os diga, la verdad es que estas pequeñas cosas me suelen hacer pensar. ¡Sólo unos pocos días después! No se, en ocasiones parece que el destino nos está aguardando a la vuelta de cualquier esquina. O en el caso de Larsson, más bien da la sensación de que la muerte le estuvo esperando hasta que pudo culminar su trabajo. Quizá incluso para darnos a todos la oportunidad de leerlo. O quien sabe, quizá toda esta clase de cosas sólo sean simples coincidencias.

Tengo serias dudas que nuestro destino esté escrito, creo que depende mas de las acciones que realizamos a lo largo de nuestra vida, pero sucesos como el que cuentas en tu relato me hace dudar.
ResponderEliminarSolo espero que el mio me deje seguir leyendo este fantástico blog por mucho tiempo.
Un saludo.
Así a bote pronto se podría decir que yo también opino algo parecido, lo que pasa que cuando le empiezo a dar vueltas a la cabeza (lo cual deberíamos hacer todos más a menudo), ya no se ni que pensar. ¿Destino escrito? ¿Destino por escribir? ¿Existencia o no de algo supremo?
ResponderEliminarEn cuanto al blog, sinceramente me alegro de que te guste. Estoy seguro de que si todo va bien y seguís participando así con los comentarios, cumpliremos entre todos con ese destino que mencionas. Muchas gracias.