Y como el libro no me hizo mucho chiste y ya he citado lo que quería contar sobre él, he pensado que mejor hago mención a un interesante colectivo protagonista de aquellos años y de aquel poderoso reino de Aragón: los Almogávares.
El ejército de los Almogávares estaba formado por soldados mercenarios que sirvieron durante los siglos XIII y XIV a los intereses de la Corona de Aragón. La procedencia de estos soldados era muy diversa: desde Cuenca y la costa mediterránea hasta las montañas de Aragón, Navarra o Cataluña, pero en conjunto se caracterizaban por un destacable valor y una enorme ferocidad, cuya fama les hacía ser temidos antes sus enemigos.
Después de luchar contra los musulmanes durante la Reconquista y conquistar Sicilia para la Corona de Aragón, los Almogávares finalmente se desvincularon de dicho reino y partieron hacia Constantinopla para combatir del lado del Imperio Bizantino y enfrentarse al ejército turco. A los que allí se dirigieron se les acabó conociendo como la "Gran Compañía Catalana", que estuvo liderada por el caudillo más importante y famoso que tendrían los Almogávares: Roger de Flor, un antiguo caballero templario.
Roger de Flor, caudillo de los Almogávares, es recibido por el emperador bizantino
El éxito de los Almogávares, y más concretamente de su líder, frente a los turcos, hizo que se desatasen las envidias y las luchas de poder, y finalmente Roger de Flor fue víctima de una trampa y asesinado por orden del emperador bizantino. Los Almogávares se tomaron la revancha asolando pueblos y ciudades en lo que se conoció como "la venganza catalana", y finalmente dejaron Bizancio para dirigirse a Grecia. Allí, además de tomar Atenas, protagonizarían una de sus últimas grandes hazañas: conquistar el ducado de Neopatria para anexionarlo a la Corona de Aragón.